El chófer de Sócrates llevaba a París «maletas llenas de dinero»

La sonrisa que exhibió ayer José Sócrates al pasar su coche delante de los periodistas que lo esperaban ante la comisaría de Lisboa distó mucho del cariz que va tomando la investigación que le vincula a un caso de corrupción. El chófer del ex primer ministro portugués emerge ahora como un elemento clave en la investigación al divulgar la Prensa lusa que el empleado viajaba periódicamente a París para llevarle «maletas llenas de dinero», tal y como sostiene el periódico 'Correio da Manha'. El político socialista, que según su abogado se siente «confiado», continúa bajo arresto después de ser interrogado ayer por tercer día consecutivo.

Sócrates se encuentra a la espera de la decisión del juez Carlos Alexandre, que deberá determinar si lo pone en libertad, en arresto domicilario, o lo hace permanecer bajo detención provisional. El exmandatario luso -detenido el viernes al aterrizar en el aeropuerto de Lisboa, procedente de París- se enfrenta a delitos de fraude, blaqueo de capitales y corrupción en el marco de la llamada Operación Marqués. El proceso se destapó a raíz de una información bancaria en la que figuraban elevadas sumas transferidas a su cuenta, incompatibles con los ingresos que declaró.

Los investigadores intentan averiguar el origen de esas sumas y ya han puesto bajo la lupa a la empresa Octapharma, que contrató al ex primer ministro en 2013 como consultor para América Latina y a cambio le pagaba unos 12.000 euros mensuales. Sin embargo, uno de los detalles que más llama la atención es el papel del chófer de Sócrates en la trama, también detenido junto al empresario Carlos Santos Silva y el abogado Gonçalo Trindade Ferreira por sus vínculos con el político.

Medios locales como el periódico 'Publico', 'Diário de Noticias' o 'Correio da Manha' señalan que Joao Perna viajaba periódicamente a París para llevarle dinero en metálico a Sócrates, que se trasladó a la capital francesa en 2011, tras verse obligado a abandonar el cargo por el rechazo parlamentario a sus presupuestos de austeridad. Desde entonces, su empleado se habría encargado de entregarle dinero para que pudiera mantener su alto nivel de vida. No en vano, en el punto de mira está un apartamento que compró el político en la ciudad gala por 3 millones de euros.

Pernas optaba por transportar el dinero en coche porque en avión corría el riesgo de que pudiera ser detectado por la aduana. No obstante, según la Prensa lusa, en los últimos meses habría dejado de llevar a cabo este método de entrega. En marzo de 2013, Sócrates negó rotundamente en una entrevista llevar una vida de lujo en París. «Sólo tengo una cuenta bancaria de más de 25 años. Jamás he tenido dinero en el extranjero y la primera cosa que hice cuando me fui del Gobierno fue pedir un préstamo», aseguró.