La Cocinera cambia de casa

Hay marcas de alimentos que, con solo escucharlas, traen a nuestra memoria los olores y sabores de nuestra infancia. Los que nacieron sobre la década de los 70, año más o año menos, cogían cuando eran pequeños auténticos empachos de empanadillas hechas con las obleas de La Cocinera, envueltas en su bolsa de plástico blanco y el dibujo en tinta azul de una señora sirviendo uno de los platos más populares en los hogares españoles de la época. "Empanadillas La Cocinera, caseras como ellas solas", decía el eslogan de uno de sus anuncios que se emitían en los años 80. Sin duda, la marca más popular de esos años.

Con el paso del tiempo, la empresa se adaptó a los nuevos tiempos en los que cada vez pasamos menos tiempo en la cocina ampliando su catálogo con todo tipo de productos precocinados como canelones, croquetas, lasañas, San Jacobos e incluso alitas de pollo, entre otros muchos. Tras ser adquirida por Nestlé debido a la popularidad de su marca, este miércoles se ha sabido que La Cocinera vuelve a cambiar de dueño. En concreto, pasa al Grupo Findus que ha alcanzado un acuerdo con la multinacional gala para adquirir el negocio de congelados, así como el centro de producción en Valladolid.

En esta planta, que cuenta con una plantilla de unas 200 personas entre fijas y temporales, se elabora la gama de platos preparados congelados que se comercializan con la marca La Cocinera. La fábrica de Valladolid, según Findus, se convertirá "en el nuevo centro de excelencia" de la firma para ese tipo de productos, lo que le permitirá acelerar sus planes de crecimiento en esas categorías en el sur de Europa.

Y es que Findus, dedicada exclusivamente a la elaboración de productos congelados y líder en verduras y salteados, contará gracias a esta adquisición con su primer centro de producción de platos preparados en España. Por su parte, Nestle se ha limitado a enmarcar la operación como parte de "la revisión permanente" que realiza de su portafolio de productos.

Eso sí, las famosas masas refrigeradas (obleas, hojaldre, pasta brisa, etc.) no están incluidas en el acuerdo de compra y Nestlé las seguirá comercializando aunque bajo la marca Buittoni, que produce pizzas congeladas, y pastas y salsas refrigeradas. Por ello, el mítico envoltorio de La Cocinera para preparar torrijas desaparecerá para siempre de las estanterías de los supermercados. Todo ello si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia no lo impide, ya que todavía falta su visto bueno a la adquisición.