¿Por qué no bajan los billetes de avión pese al desplome del petróleo?

Los beneficios de las aerolíneas se dispararán más de un 25% el próximo año, en parte gracias al abaratamiento del crudo, cuyo coste es un factor esencial en sus cuentas

ANDER GOIRI

Lunes, 15 de diciembre 2014, 01:04

El precio del petróleo sigue hundido. El barril tipo Brent, la principal referencia en Europa, cotiza en torno a los 62 dólares, cuando el pasado junio rondaba los 115. Ese desplome se ha traducido en una caída mucho más suave del precio de la gasolina y del gasóleo, y apenas se ha reflejado hasta ahora en las tarifas aéreas, a pesar de que el combustible tiene un notable impacto en los costes del sector. Las aerolíneas prevén una sustancial mejora de sus beneficios gracias a ese favorable escenario.

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¿Cuál es el origen del brusco abaratamiento del petróleo?

Por un lado, el retroceso en la demanda mundial por el enfriamiento económico de las principales potencias. Por otro, la irrupción de nuevas tecnologías -básicamente, el 'fracking'- para la extracción de combustibles. Con la explotación masiva de esa técnica, Estados Unidos casi se autoabastece, lo que reduce la presión sobre los precios en los mercados internacionales. Arabia Saudí, la principal potencia petrolera del planeta, ha forzado a la OPEP a mantener sus niveles de producción -30 millones de barriles diarios-, pese a la sobreoferta existente, lo que empuja a la baja la cotización del crudo. De esa forma intenta asfixiar a algunas de las compañías que han comenzado a hacerle la competencia en EE UU, cuyas fuertes inversiones no les permiten soportar precios tan bajos durante un largo periodo sin ver seriamente afectada su propia supervivencia.

Si baja el petróleo, ¿por qué no lo hacen los billetes de avión?

El precio del combustible es uno de los factores decisivos en la estructura de costes de una aerolínea. Para evitar sustos de infarto en sus cuentas por las bruscas oscilaciones que a menudo registra el crudo (habitualmente, al alza), las compañías suelen firmar seguros de cobertura para garantizarse un precio fijo durante un determinado periodo de tiempo. Ello les ofrece estabilidad y reduce sus riesgos, pero también les impide beneficiarse de forma inmediata de los descensos del petróleo en los mercados internacionales como el que se registra desde el pasado verano. En coyunturas como la actual, la capacidad de las empresas para reducir o no las tarifas depende, entre otros factores, del margen de maniobra que les dejen esos contratos.

¿Cabe esperar una reducción de las tarifas aéreas a corto plazo?

La IATA, la asociación que engloba a las principales aerolíneas del planeta, asegura que ya están bajando. Según sus datos, excluyendo los impuestos y recargos, el descenso ha sido del 5,1% este año para los vuelos comerciales y del 5,8% para los de carga de mercancías.

¿Cómo están actuando las compañías españolas?

IAG, el gigante encabezado por British Airways en el que se integran Iberia y Vueling, no prevé variaciones a corto plazo en sus precios. ¿La razón? Sus altas coberturas de combustible: el 91% para el último trimestre de este año, y el 85%, 72% y 51% para los tres primeros del próximo ejercicio. Ello limita el efecto positivo en sus cuentas del brusco abaratamiento del petróleo. También le ha permitido contener la subida de los billetes en los momentos de mayor escalada del crudo, ha subrayado su consejero delegado, Willie Walsh. Por su parte, Air Europa, con unos seguros de cobertura más reducidos, asegura que ya ha recortado sus tarifas, aunque no ha precisado en cuánto.

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¿Cuál es el efecto de la caída del petróleo en los resultados de las empresas?

Las aerolíneas mundiales ganarán en total 16.006 millones de euros este año, un 10% más de lo previsto, en parte gracias a la reducción del precio del petróleo. Sus beneficios se dispararán un 25,6% el próximo ejercicio, hasta los 20.205 millones, según las estimaciones de la IATA.

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