La salud de Oiarzabal aplaza su siguiente 'ochomil'

Juanito Oiarzabal y Alberto Zerain cancelan la expedición al Broad Peak (8.047 metros) prevista para este mes junio dentro del proyecto 2x14x8000 con el que Oiarzabal pretende convertirse en ser el primer hombre sobre el planeta en hollar por segunda vez las catorces montañas más altas. Los problemas respiratorios sufridos por el vitoriano durante la expedición al Dhaulagiri (8.167 m.), obligan a cancelar la expedición y retrasar los planes del proyecto.

Tras cinco días de pruebas médicas en el Hospital Universitario Araba (sede Santiago) de Vitoria, los médicos recomiendan reposo con tratamiento y recuperación paulatina para Oiarzabal. «El principio de neumonía era derivado a un trombo prolongado en una pierna y dos trombos en los pulmones. Estoy fuera de todo riesgo pero necesito reposo y medicación. La montaña siempre tiene la última palabra y ahora toca esperar, recuperarse y volver a estar en forma», señala Oiarzabal ilusionado con recuperar los entrenamientos de nuevo.

Cinco días ha estado Juanito Oiarzabal de pruebas médicas hasta detectar el origen de los problemas respiratorios. «No es normal que me haya ocurrido algo así, pero toca aceptarlo y ser paciente», reconoce Oiarzabal de nuevo en casa.

El proyecto personal de Juanito Oiarzabal junto con Alberto Zerain y el patrocinio de Saunier Duval pasaba por repetir por segunda vez los 14 ochomiles del planeta. A falta de tan sólo cuatro cimas, tenía programadas dos montañas este año y otras dos el siguiente. En primavera atacó al Dhaulagiri en Nepal y ahora ponía rumbo al Broad Peak en Pakistán. Sin embargo, el estado de salud de Juanito obliga a retrasar los planes. En la expedición de casi dos meses al Dhaulagiri (8.167 metros), Oiarzabal alcanzó los 7.100 metros, pero las molestias respiratorias le retuvieron en el campo base desde donde siguió con ilusión la llegada a la cima de Alberto Zerain. «Esta cima se la dedico a Juanito Oiarzabal. El año que viene volveremos juntos hasta ella», señaló Zerain entonces.

Antes de regresar a casa, Oiarzabal y Zerain enviaron todo el material a Islamabad, capital de Pakistán, para partir desde allí al campo base del Broad Peak. «La montaña nos marca otro ritmo y hay que aceptarlo: aprovecharemos los siguientes meses para recuperar la forma y para disfrutar con las montañas más cercanas a casa», señala Oiarzabal acostumbrado a amoldar sus previsiones a lo que le dicta la montaña.