'Speaker', una profesión de riesgo

Uno es dueño de sus pensamientos y esclavo de sus palabras, sobre todo si es 'speaker'. La polémica suscitada ayer tras la destitución del locutor del Bizkaia Arena Carlos Olías de Lima 'Charly' después de haber sido acusado de machista por un "desafortunado" comentario sobre las animadoras del Mundial de Baloncesto ha hecho rememorar otros casos sonados en los que algunos profesionales en este campo salieron mal parados. El caso de 'Charly' es el último de una lista de locutores cuyos comentarios ofendieron a una parte del público y que finalmente acabaron siendo relevados. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice y, sobre todo, con cómo se dice, eso está claro.

La actuación del locutor Gorka Etxabe, que fue objeto de debate en el estreno de San Mamés, queda cerca. Su primera y única intervención levantó un gran revuelo en las redes sociales y sus declaraciones en una entrevista en la que reconocía ser hincha del Alavés y la Real tampoco le ayudaron a ganarse el cariño del público, imprescindible para mantenerse en un puesto ya de por sí exigente. Muchos consideraron que había puesto demasiado énfasis a su intervención ante el Celta y hubo hasta quien declaró haberse sentido abochornado al oír como celebraba los goles por los altavoces como si de un partido de la NBA se tratara. Lo cierto es que su actuación no gustó, quizás porque muchos esperaban una mayor sobriedad al estilo de su antecesor, Alfonso Castro, y a nadie pareció importarle que no volviera a La Catedral.

El 'speaker' del Real Madrid Arturo Sisó corrió la misma suerte. Tras ser contratado por el club merengue en 2007, el histriónico 'speaker' del club merengue fue destituido en 2008 después de haberse granjeado numerosos enemigos entre el público del Santiago Bernabéu.

Conocido en los pasillos del club y en el vestuario como 'Hommer Siso', el locutor dejó un pésimo sabor de boca en la entidad blanca por culpa de su tono "exagerado y casi siempre desproporcionado". Además, Sisó protagonizó actuaciones que muchos tildaron de "bochornosas". Por recordar alguna, cabe destacar la sonada frase de "¡Y por fin la metió Higuaín!", que llegó después de que 'El Pipita' marcara al Sevilla tras haber dejado escapar previamente tres buenas ocasiones de gol. Como era de esperar, las mofas de los aficionados y los comentaristas de los distintos medios de comunicación no tardaron en llegar, y no sorprendió que muchos se enojaran al conocer que la entidad blanca había renovado su contrato por un año a razón de 50.000 euros. El Real Madrid anuló entonces el acuerdo y optó por devolver el puesto a Miguel Ángel Rolán, 'Waldo', que ya había ocupado el cargo anteriormente.

Sobra decir que no es fácil mantenerse en la cresta de la ola de los 'speaker' sin ofender a nadie y sin poner el puesto en riesgo cada vez que uno abre la boca. Y lo mismo sucede con los personajes públicos. No hay más que recordar cómo se incendian las redes sociales cada vez que uno de ellos mete la pata. Lo saben bien la periodista Sara Carbonero que preguntó a Andrés Iniesta si le hubiese gustado lanzar un penalti en la tanda que clasificó a España para la final de la Eurocopa cuando ya lo había tirado; David Bisbal, que hizo un comentario totalmente desafortunado sobre las pirámides de Egipto en 2011; y la recién sustituida portavoz de los socialistas en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano, que preguntó vía twitter si alguien había visto "un tío más feo que Ribery". Eso sí, también es cierto que a ellos no les destituyó nadie por sus desafortunados comentarios.