El Sáenz Horeca roza el milagro

El Sáenz Horeca quiso cerrar su magnífico 2016 con una victoria a la épica en Barcelona. Lo rozó tras forzar una prórroga (92-92) remontando 13 puntos. El bombardeo de canastas por parte uno y otro equipos decantó la balanza para los locales, que volvieron a tener en Ortega su gran aval 24 puntos y 38 de valoración en un pulso con Hearst por ser el hombre del partido. El nigeriano hizo 32 para irse con la misma valoración en otra exhibición descontrolada. La falta de gasolina decantó los cinco minutos extras para un equipo motivado ante otro agotado en el sobreesfuerzo.

El encuentro prometía ya desde su inicio un derroche de puntos y canastas en todas sus versiones. Ambas escuadras se dejaron llevar por sus instintos para, desde la larga distancia, testar al otro. En ese tuteo inicial, ni El Prat ni el Araberri levantaron el pie del acelerador en un primer cuarto donde los locales respondían con acierto a la defensa en zona del Sáenz Horeca, mientras este no se arrugaba desde la línea triple. Con 26-22 en el primer capítulo, los vitorianos quisieron tomar el mando a golpe de acierto.

Nueve puntos de Berhanemeskel y las aportaciones de Alvarado e Iván García colocaron una máxima renta de 8 puntos (36-44). Un espejismo dilapidado en algo más de dos minutos por los catalanes, que tras un tiempo muerto se exprimieron para endosar un 7-0 de la mano de Ortega e irse al descanso con mejores sensaciones (43-44).

El tercer cuarto fue una continuación de la resurrección local y el parcial aumentó a 15-0 ante la sequía alavesa, con cinco minutos sin ver aro. Fue el punto de inflexión, pero nunca el de rendición. El Araberri empezó a hacer la goma con maestría, bien gracias a la mano mágica de Hearts bien a las aportaciones de Buesa, Durchev o Cvetinovic, que regresó de Belgrado para sumar a un plantel justo de efectivos.

Apasionante final

Tras el 56-54, Forcada y Arostegi castigaron sin piedad para irse El Prat con ventaja en el tercer acto (73-65). Siempre por detrás, el Sáenz Horeca empujó y arrimó el hombro, secó a Ortega, improductivo en el último período, en un esfuerzo titánico para remontar 13 puntos (82-69), que hizo que el parcial de 19-27 colocara la igualdad a 92. Incluso Berhanemeskel tuvo a falta de 5 segundos para cerrar el tiempo reglamentario la bola de partido, pero esta vez no hubo premio gordo, aunque sí la recompensa de una prórroga.

El mal arranque del tiempo adicional, con un parcial de 7-0 (99-92), condenó a los vitorianos, con el punto de mira ya desviado tras remar en contra tantos minutos. Este guion muchas veces visto no tuvo esta vez el final feliz deseado, esas victorias que han colocado al Araberri en un meritorio octavo puesto con 10 triunfos finalizada la primera vuelta de LEBOro. Se cierra un 2016 histórico para el club, que ha pasado de ser un recién ascendido al matagigantes y revelación de la Liga.