Vitoria registra el doble de personas sin hogar, que suben de 107 a 233 en menos de un año
Se triplica la lista de espera para acceder a los albergues de emergencia y Políticas Sociales admite que carece de presupuesto para abrir el centro de invierno que pactó con EH Bildu
Cada vez más personas sin hogar malviven en las calles de Vitoria y pernoctan al raso o en edificios y estructuras abandonadas en las que ... se cuelan y donde se enfrentan a condiciones altamente insalubres. Según el último recuento realizado por el colectivo Hurbil para el Ayuntamiento, 233 hombres y mujeres sufren esta situación de falta de techo, de los cuales hay un «número considerable que tiene el reconocimiento de exclusión social extrema» por parte de la Diputación alavesa, señaló ayer el responsable de Políticas Sociales, el peneuvista Lucho Royero, a preguntas de EH Bildu y Elkarrekin. En junio llegó a haber 255, admitió el edil, quien habla de un «asunto complejo», de un colectivo «volátil» y de una «realidad palpable» en la capital alavesa, en las del entorno y en otras ciudades europeas y que responde a «situaciones multifactoriales». Son más del doble que en octubre, cuando se habló de 107.
Publicidad
Hay tres razones principales que explican este fenómeno a nivel de toda Euskadi. Por una parte se encuentra la incesante llegada de gente en tránsito hacia otros países, que busca asilo político o que quiere iniciar una nueva vida. Estas llegadas, en muchos casos de familias enteras, ocurren en zonas donde los servicios sociales se encuentran ya saturados. Y en un contexto de falta de vivienda que les impide acceder a un techo, lo que les condena a dormir en la calle o reclamar un recurso habitacional público. Pero para este tipo de albergues también hay lista de espera. De acuerdo con Royero, 92 personas aguardan a entrar en el Aterpe y otras 78 han pedido plaza en el centro municipal CMAS. Algunos están en las dos listas. Son el triple y el doble que hace medio año. Y la rotación es complicada.
50 Intervenciones
Actuaciones que cada noche están realizando este año los voluntarios de Cruz Roja Álava en sus salidas, el doble que antes.
1.700 Personas
Cantidad de gente que está viviendo en la calle, fábricas abandonadas, lonjas o garajes okupados que hay en estos momentos en Vitoria, según considera el especialista Satur García.
De cara al invierno se preparan 40 camas para los días de más frío en lo que se llaman 'jornadas de puertas abiertas'. El Gobierno local llegó a un acuerdo presupuestario con EH Bildu el pasado año que incluía a la apertura de un nuevo centro donde atender a estas personas los días gélidos, pero Royero anunció ayer que no será posible «porque requiere de más inversión y tendremos que esperar».
Así las cosas, la mayoría de quienes viven en la calle en Vitoria pernoctan en las fábricas abandonadas del cinturón exterior de la ciudad –la portavoz de EH Bildu, Rocío Vitero, cifró ayer en 55 los ocupantes de naves abandonadas a falta de la suma de los que pernoctan en la vieja Fournier de Puente Alto– pero también hay asentamientos en el núcleo urbano como en el parque de Arriaga, en los soportales del Iradier Arena o junto al Conservatorio. Y casos individuales de quienes levantan su pequeño 'campamento' en calles céntricas como San Prudencio o el abandonado parque de Paseo de la Senda, junto a las vías del tren.
Publicidad
Les atienden los servicios sociales de base y el equipo especializado de Hurbil, compuesto por trabajadoras sociales, psicólogas y educadoras, que buscan su integración. Les asisten independientemente de su situación administrativa y de empadronamiento y les ofrecen información, asesoramiento y ayuda en la tramitación de recursos. En función de la valoración que se hace de manera conjunta con la Diputación, algunas personas –las que se encuentran en riesgo de exclusión social– son derivadas a recursos municipales como el comedor, las duchas y lavadora del servicio de atención diurna Estrada, a los alojamientos del Aterpe, al centro municipal de acogida social (CMAS), a los pisos habilitados para urgencias sociales y a las viviendas tuteladas.
Para quienes se encuentran en situación de amenaza grave o moderada, están también los recursos forales Besarkada Etxea o Housing Firs a los que antes de finales de año se sumará el actual centro Abegia en Armentia. En todos los casos, las plazas están saturadas y con listas de espera.
Publicidad
El precio de la vivienda y la llegada incesante de migrantes colapsan aún más los recursos
Ante este colapso, el papel del tercer sector cobra mayor relevancia. Entidades como Cruz Roja llevan desde 2014 realizando patrullas nocturnas por la ciudad. Tres voluntarios se acercan a todos sus refugios en furgoneta y les ofrecen comida, ropa de abrigo o kits de limpieza. Constatan la presencia cada vez mayor de personas que duermen a la intemperie. «Antes atendíamos a una media de una veintena cada noche y desde principios de este año nos movemos entre 45 y 50. Y en verano, con la presencia de los refugiados de Mali, hemos alcanzado alguna vez hasta 75 intervenciones», refleja Txomin Ondarre, responsable de extrema vulnerabilidad de Cruz Roja en Álava.
No solo entregan «material básico» para la supervivencia; también realizan una labor de «escucha» de los problemas de quienes habitan la calle. La relación es estrecha y en muchos casos se ponen en contacto con su teléfono de ayuda para informarles de cambios de ubicación o alguna necesidad especial. Según Ondarre, el perfil de estas personas es «hombres, jóvenes y extranjeros». Y, como reflexión, señala que lo ideal sería encontrar una «colaboración público-privada mejor para poder ampliar la labor asistencial que realizamos todos los actores implicados».
Publicidad
El papel de la Diócesis también es importante, ya sea a través del programa Berakah o de Cáritas, donde se respira preocupación por la situación que se está viviendo en estos momentos en la ciudad. «Tradicionalmente no se había visto mucha gente viviendo en la calle, pero la realidad está cambiando y cada vez nos llegan más solicitando ayuda», detalla Jesús Gutiérrez, secretario general de Cáritas en Vitoria, que ofrece orientación y abre las puertas a quienes se encuentran en riesgo de exclusión para que accedan a ayudas y recursos.
Organismos como Cruz Roja o Cáritas constatan que cada vez tienen que atender a más gente
Agentes sociales
A su juicio, el «problema de acceso a la vivienda esta provocando una caída en cascada» y destaca que hay muchos que se quedan sin techo «porque les piden 600 euros por una habitación».
Pero si alguien conoce a las personas sin hogar ese es Satur García, que se ha pasado décadas ofreciendo su mano a este colectivo. «Es una pena cómo está Vitoria. La situación ha ido empeorando desde la pandemia y actualmente es mucho más grave de lo que dicen las cifras. Veníamos advirtiendo de esto desde hace tiempo y todo indica a que va a ir a peor», analiza.
Publicidad
García revela que «muchos vienen engañados» a una ciudad en la que «los recursos están colapsados» y por eso la presencia en las calles crece. Pero en su balance incluye a quienes «viven escondidos en lonjas o garajes».
«Hay entre 1.500 y 1.700 personas» en situación de riesgo por la falta de vivienda, sentencia. Y, además de reclamar un consenso político, considera que sería fundamental «abrir iglesias o colegios» para ofrecer un techo a los más necesitados.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión