Vitoria estudia «cerrar» el contenedor gris en 2026 para mejorar la tasa de reciclaje

Tal y como ha confirmado el edil de Limpieza, el Consistorio tiene encima de la mesa la posibilidad de cerrar el contenedor gris «solo algunos días de la semana» para evitar que los vecinos depositen en él residuos que deberían arrojarse en los depósitos específicos. Según los últimos datos disponibles, correspondientes a enero de 2023, el 54% de lo que se tira en los contenedores de fracción resto son biorresiduos (su lugar es el marrón), el 11% son envases (deben de ir al amarillo), el 7% es papel y cartón (al azul) y el 4%, vidrio que se debería depositar en los iglús verdes.

Ante este problema de separación de residuos, que aleja a Vitoria de los objetivos de reciclaje marcados por la Unión Europea para 2025, el concejal de Elkarrekin Óscar Fernández ha pedido que el equipo de Gobierno implante el cierre del contenedor gris «como ya se está haciendo con éxito en otras ciudades de nuestro entorno». En efecto, la capital navarra comenzó a implantar el sistema en 2022 y, en su caso, consiste en que los containers destinados a fracción resto también están equipados con un lector de tarjetas como el que ya funciona en los depósitos marrones. Según el Ayuntamiento de Pamplona, desde que se puso en marcha el sistema, el reciclaje de orgánico ha aumentado allí un 36%.

El concejal Pascual Borja (PSE) no ha tardado en recoger el guante y ha reconocido que Vitoria ya está estudiando la implantación del cierre de este contenedor -el más utilizado, de largo, por los vitorianos-, aunque ha adelantado que, en cualquier caso, la medida no se concretaría «en ningún caso antes de 2026». Con todo, el edil ha destacado que el modelo de recogida selectiva «funciona» y ha puesto como ejemplo los índices de separación de bricks, papel y cartón y aluminio, que, «ya superan a los objetivos que marca la UE para 2025», ha incidido Borja.

La propuesta del cierre del contenedor gris se ha encontrado con la oposición frontal del Partido Popular. «El contrato de basuras es el más caro y cada vez se prestan menos servicios, ahora quieren cerrar el contenedor gris, con lo que empezarán a aparecer bolsas de basura en la calle o la gente tendrá que acumular los residuos en sus casas», ha censurado el concejal Alfredo Iturricha, para el que las mejoras en las tasas de la separación de los residuos deben de ir «por la vía de la información, la sensibilización y la educación y no por la sanción».

El popular también ha vuelto a criticar al gobierno PSE-PNV por el «basurazo», en referencia a la exponencial subida que experimentará la tasa de basuras el próximo año: el recibo pasará de 56 a 104 euros. Iturricha ha puesto el foco en la «falta de concreción» que, a su juicio, adolece la nueva norma. «Siguen a por uvas, no tienen trabajadas las bonificaciones (por el reciclaje de orgánico), ni los criterios con los que se va a aplicar: esto demuestra que tenemos un gobierno muy flojito», ha afeado el edil conservador.