El Iradier Arena necesita una reforma profunda para poder operar por fin como un espacio multiusos. Rafa Gutiérrez

Vitoria reserva 1,5 millones para retomar por fin la reforma integral del Iradier Arena

El primer desembolso significativo en el proyecto servirá para definir los usos y las obras que se tienen que acometer

B. Mallo

Viernes, 24 de octubre 2025, 12:11

Después de muchos años de parálisis y una inversión prácticamente nula, el Ayuntamiento de Vitoria ha decidido pisar por fin en el acelerador para ... acometer la reforma del Iradier Arena y convertir este proyecto hasta ahora fallido en un verdadero espacio multiusos para potenciar la actividad cultural y congresual de la ciudad. Así, la Junta de Gobierno Local aprobó este viernes un crédito de compromiso de 1,5 millones de euros que supone la primera inversión significativa en este complejo, que según el primer estudio, requiere de 40 millones para su puesta a punto y para el que se buscará financiación privada que ayude al presupuesto público. Este desembolso inicial servirá para elaborar el programa de necesidades en el que se decidirá, de una vez por todas, qué uso se le va a dar a la antigua plaza de toros (conciertos, congresos...) y cómo se va a estructurar su remodelación para acoger esos eventos.

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Desde el pasado mes de junio, el Departamento de Cultura cuenta con el plan de acción que elaboró la consultora Idom y que marca una idea de actuación para la renovación del Iradier Arena. Pero ese documento, la única inversión real que se ha acometido en los últimos años, solo es una propuesta técnica de lo que se podría hacer para revitalizar este espacio. La proposición real de la reforma, con la definición de los usos que se le pretenden dar y las obras necesarias para acogerlos, la tiene que definir todavía el equipo que encabeza la jeltzale Sonia Díaz de Corcuera.

Este crédito de compromiso de 1,5 millones que se reparte en dos anualidades (un millón en 2026 y 0,5 en 2027) servirá para definir el programa de necesidades, así como redactar la propuesta arquitectónica, el estudio de viabilidad y la asistencia técnica, actuaciones todas ellas previas a la tramitación del contrato de concesión de las obras de reforma. Es decir, el Ayuntamiento tiene que marcar ahora toda la pauta de actuación a la que tendrá que acogerse el inversor particular que apueste por acometer esta remodelación y que se encontrará con toda la especificación de las actuaciones a realizar.

Porque la presencia de un promotor privado para afrontar el pago de parte de esos 40 millones que el informe de Idom contempla como necesarios representa la gran novedad de uno de los proyectos de mayor calado de la ciudad. El equipo de Gobierno PSE-PNV quiere dejarlo zanjado antes del final de la presente legislatura en mayo de 2027 y la tardanza en la definición de su futuro ha provocado ya roces internos entre las dos formaciones.

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Del canon de capitalidad

A través de un contrato de concesión de obras públicas, el Ayuntamiento pretende apoyarse en un promotor que financie una parte de las actuaciones a cambio de poder explotarlo durante un largo periodo de tiempo en exclusividad. Una idea de materialización compleja, pues la mayoría de los promotores a los que consultó Idom en su estudio no le veían rentabilidad.

El Ayuntamiento no ha concretado aún qué porcentaje del coste de la reforma correrá a cargo de las empresas y cuánto dinero saldrá de las arcas municipales, pero su aportación saldrá, en gran medida, del incremento del 25% del canon de capitalidad que se acordó con el Gobierno vasco de 50 millones de euros hasta 2028.

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Ahora, el Departamento de Cultura tendrá que determinar si sigue al pie de la letra el planteamiento de Idom o si apuesta por una idea diferente. Dicha propuesta de la consultora contempla una sala de mayor tamaño para grandes eventos y aforo para 5.000 personas. Este espacio cultural sería el más grande de la ciudad. En paralelo habría otro, de menor tamaño para 1.500 espectadores. Se reservaría para óperas y conciertos sinfónicos como los de la Euskadiko Orkestra o la Banda Municipal. También habría espacio para otro tipo de eventos como congresos de gran tamaño o certámenes como el FesTVal o el Festival de Jazz. Se descarta así la pretensión inicial de entrar en el circuito de grandes conciertos.

Goteras, suciedad, falta de climatización y sin ascensores

El informe realizado para el Ayuntamiento de Vitoria por la consultora Idom aborda el estado de conservación del Iradier Arena y detalla todas las «deficiencias» que sufre la estructura, que ya suponen algunos impedimentos para su uso actual y que deberán abordarse en la reforma que se pretende abordar.

El plan de acción destaca que desde su estreno en 2006, el edificio arrastra la problemática de las «filtraciones de agua» en uno de sus muros, así como goteras en la cubierta y otros puntos que están provocando calcificaciones. En ocasiones, cuando llueve también se han producido inundaciones por problemas con el techo retráctil.

En la zona del coso existen «múltiples fisuras», las puertas de acceso al recinto se encuentran «oxidadas y con una falta de mantenimiento que no garantiza que puedan abrirse y cerrarse correctamente». Además, algunos de los ascensores «no están en funcionamiento ni tienen en vigor las revisiones obligatorias». Mientras, las zonas de aseos se encuentran «en un estado de conservación mínimo» y los bares carecen de «equipamiento».

Otra de las carencias graves del edificio es la falta de una climatización y ventilación de los espacios, provocando que la temperatura ambiente sea idéntica a la del exterior y solo existe la posibilidad de calefactar el espacio central mediante quemadores de gas.

El Iradier Arena conserva todo el equipamiento para su funcionamiento como plaza de toros. El quirófano, la capilla, las cuadras, el matadero y otra serie de equipamientos que «originan una pérdida de espacios disponibles que condicionan cualquier programación de eventos». Mientras, el muelle de carga cuenta con una boca de paso de vehículos «muy ajustada para un tráiler».

Otro de los principales problemas, además de la suciedad, es la imposibilidad de realizar eventos en los que el ruido que sale del edificio sea superior a los indicados en la normativa, Y también hay problemas con el sonido que entra desde el exterior, principalmente por las vibraciones que provoca el paso del tren.

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