Vitoria aparca una nueva carretera en el Sur hasta ver el efecto de las medidas para aliviar el tráfico
Etxebarria no contempla la infraestructura en esta legislatura a la espera de tener los últimos datos de tránsito y ante la posible eliminación de un carril del BEI
El Ayuntamiento de Vitoria ha aparcado la construcción de una carretera en el Sur. Aunque sería muy aventurado decir que se trata de un carpetazo ... definitivo y para siempre a la nueva infraestructura -un debate intermitente desde finales de la década de los 1990 que resurgió con fuerza en la última campaña electoral municipal-, la alcaldesa, Maider Etxebarria, la da prácticamente por «descartada» para esta legislatura que concluye en primavera de 2027.
La ausencia de la posible construcción de una nueva circunvalación entre las prioridades del Ayuntamiento a medio plazo responde a varios factores de movilidad y urbanísticos, pero también políticos. La regidora aseguró en una reciente entrevista a EL CORREO que el Consistorio buscará «muchas otras alternativas antes de tomar ninguna decisión más drástica o realizar una gran obra que pueda afectar al medio ambiente». Por supuesto, esto afecta a la Ronda Sur original, que atravesaba Olárizu y dejó dos túneles a ninguna parte en Armentia como cicatriz perpetua. Pero también a una carretera con otro diseño e impacto parecido.
«No soy de dar portazos a nada, pero debemos buscar soluciones más factibles, como las medidas quirúrgicas que hemos introducido en las calles de la zona Sur», concluye Etxebarria. Eso sí, siempre que la situación en el tráfico no se agrave.
El Consistorio antepone los desdoblamientos, los cambios de sentido y las aperturas de accesos que estaban cerrados, que en opinión de la alcaldesa «están surtiendo efecto». Además, tiene sobre la mesa nuevas alternativas que están llamadas a descongestionar el tráfico. La más significativa es, sin duda, la eliminación de un carril del BEI en el paseo de la Zumaquera y Salvatierrabide. Aunque todavía se encuentra en «fase de estudio», la regidora afirma que se trata de una medida «factible». En la misma línea se encuentra la apertura del trazado del bus eléctrico a los taxis, también en análisis.
Pero más allá del propio problema del tráfico en sí, la posible creación de un vial en el Sur tiene sus propias derivadas políticas. Para empezar, en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El documento más importante del Ayuntamiento, que no contempla esta carretera, se encuentra en plena revisión y su aprobación definitiva pende de un hilo. En concreto, el que sostiene Elkarrekin Podemos, que prestó sus votos para aprobar la norma de manera inicial. Sin embargo, desde entonces se han introducido algunos cambios para aumentar el suelo industrial y proyectos residenciales como el del entorno de Marianistas.
Se trata de concesiones que buscan satisfacer algunas de las alegaciones que se presentaron sin comprometer el apoyo político, que todavía no está garantizado. Aunque no suponen cambios drásticos en el documento, tampoco son precisamente retoques soñados por el grupo morado, con el que el equipo de gobierno no goza ahora de la mejor sintonía. Además, los cambios no parecen suficientes para provocar un viraje en el PP, que mostró un rechazo frontal al documento, o en EH Bildu, que se abstuvo en la primera votación.
En este escenario, plantear una modificación de gran calado incluso antes del nacimiento del nuevo planeamiento podría terminar de dinamitar el frágil apoyo político. En cualquier caso, la alcaldesa aseguró que tenía «buenas perspectivas» respecto al visto bueno de Elkarrekin.
En paralelo, el Ayuntamiento mantiene una mesa de trabajo donde están representados los cinco partidos políticos y cuenta con apoyo técnico para buscar soluciones al Sur. Su próxima cita está fijada para el 23 de febrero. Se trata de un foro que analiza los resultados del último estudio que se realizó y que planteaba cuatro alternativas para desatascar el tráfico y bucar una solución a los atascos del entorno de Iturritxu. El examen fue recibido con tibieza en el Ayuntamiento al no ser concluyente, ya que la opción mejor valorada era aprovechar el soterramiento del ferrocarril para sacar los coches de la superficie. Sin embargo, esa solución supondría dilatar los plazos hasta lo desconocido.
Zona en crecimiento
La segunda alternativa pasa por incluir nuevas mejoras en las calles actuales, que es la vía preferida por el Gabinete Etxebarria a medio plazo. Además, se analizaban dos posibles nuevas carreteras: una similar a la antigua Ronda Sur, que atravesaba Olárizu, desechada por su coste económico y ambiental, y una especie de infraestructura híbrida, que aprovechaba los túneles pero no llegaba hasta Mendiola, algo menos agresiva en este aspecto, y más barata (unos 7 millones de euros).
Pero la cuestión a largo plazo se encuentra en ver si estas medidas logran absorber no sólo el tráfico actual, sino el del crecimiento proyectado para la zona Sur, en especial Goikolarra. De hecho, una propuesta similar ya fue expresada por el PNV, socio de gobierno municipal y competente en materia de Tráfico, al proponer una nueva carretera durante la última campaña electoral municipal. Aunque los jeltzales no han ocultado en ciertos momentos su preferencia por crear otra infraestructura, esta apuesta parece haberse diluido en parte desde el arranque de la legislatura, ya que los portavoces nacionalistas abogan por «tratar de llegar a un acuerdo con todos los grupos para buscar la mejor solución posible» al tráfico del Sur.
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