El vertedero de Vitoria rompe la tendencia descendente y recibe un 17% más de basuras en 2024
De las 120.000 toneladas de desechos que entraron en Gardélegui, destacan los industriales, que subieron un 30% y suponen 1 de cada 3 kilos
Después del impacto que tuvo el derrumbe del vertedero vizcaíno de Zaldibar en el basurero de Vitoria, uno de los más grandes de España, parecía ... que poco a poco se iba reduciendo la entrada de residuos en su zona de vertidos. En 2021 llegaron a este recinto al aire libre más de 162.000 toneladas de detritus, muchas de ellas de movimientos de tierras, y a lo largo de 2023 se redujeron a 99.000. Pero el último año se ha roto la tendencia descendente y el tajo en el vertedero municipal de Gardélegui vuelve a crecer. Según denunció ayer Elkarrekin Podemos, el porcentaje de basuras que ha movido y aplastado las máquinas ha aumentado un 17% hasta situarse en las 120.000 toneladas.
Publicidad
También han aumentado los depósitos procedentes de hogares, comercios y bares
Según los datos que maneja el Ayuntamiento, uno de cada tres kilos de todos estos residuos recibe la clasificación de «industrial» no peligrosos. Se trataría por ejemplo de neumáticos, restos de madera, hierro... Pues bien, han crecido un 30% a lo largo de 2024 al pasar de 32.483 toneladas a 46.500. «Estas cifras no son admisibles en un escenario de gestión sostenible de residuos», censuró Fernández, que pedirá explicaciones al concejal de Medio Ambiente.
También han entrado más kilos de basura urbana, la procedente de las casas, tiendas y bares de Vitoria. La montaña de estos desperdicios pesó 72.272 toneladas a lo largo del último año mientras que el ejercicio anterior se quedó en 63.800, de acuerdo con los datos municipales.
También han aumentado los depósitos procedentes de hogares, comercios y bares de la ciudad
La tercera fracción que más espacio ocupó en el basurero es la de residuos de construcción y demolición (RCD) no valorizables, con 63.220 toneladas. Además, al vertedero municipal llegan también los residuos de la depuradora de Crispijana, es decir los lodos, cribados, desarenados o restos de limpieza de fosas sépticas y alcantarillas. Nada menos que 1.380 toneladas de estos olorosos detritus acabaron allí.
Publicidad
La situación no gusta en las filas de Elkarrekin. «Vamos en contra de lo que nos pide Europa, que es ir avanzando hacia el cierre técnico de vertederos. Nos estamos alejando de ese objetivo, entre otras razones, por la resistencia del Gobierno municipal a implementar planes de economía circular o fiscalidad verde eficientes y ambiciosos», indicó Fernández. «Sigue siendo más barato evacuar los residuos en vertederos».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión