Usuarios de patinetes urgen una normativa tras el atropello de una joven en Zabalgana
La chica circulaba sobre uno de estos vehículos eléctricos por un paso de cebra cuando la arrolló un turismo. «Es una zona de prioridad peatonal, debería haberse bajado»
Basta dar una vuelta por la ciudad para comprobar que los patinetes se han convertido en una pieza más del puzle urbano que, sin embargo, ... continúa pendiente de su encaje legal. En este particular limbo se suceden las dudas y los sustos, el último este mismo miércoles en el barrio de Zabalgana, donde una chica fue atropellada por un turismo cuando cruzaba un paso de cebra montada sobre uno de estos vehículos. La víctima acabó con un parte de policontusiones en el hospital Txagorritxu, y la Policía Local investiga las circunstancias del accidente.
El debate está abierto aunque los agentes recurrirán a la normativa actual, a falta de una regulación específica de los llamados vehículos de movilidad personal, para decidir si la culpa de lo ocurrido corresponde al conductor del turismo por no respetar el paso de peatones o a la joven, de 25 años, por moverse a excesiva velocidad sobre el patinete y cruzarlo sin dar tiempo suficiente a los coches a detenerse. Pero, mientras se aclaran los detalles del suceso, Alberto Llorente, presidente de la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos, indica que la chica «debería haberse bajado» al llegar al cruce. «Un paso de cebra es una zona de prioridad peatonal y ni una bici, ni un patinete pueden pasarlo montados», explica.
«No podemos ni queremos ir por las aceras. Pedimos circular por calzadas pacificadas y sanciones»
asociación vitoriana de patinetes eléctricos
El suceso se produjo a plena luz del día, sobre las 10.00 horas, en la avenida de Zabalgana, una de las arterias con más tráfico del barrio. Y en un cruce de peatones, uno de los puntos «donde más accidentes se producen» en el casco urbano, advierte Llorente, que señala como ejemplo el atropello mortal de una ciclista en uno de estos pasos en Sansomendi hace tres años. El problema de los patinetes, agrega, es que «ahora mismo, con la ley en la mano, somos ilegales». El Gabinete Urtaran, que se encontró con el 'boom' de estos medios de transporte en la pasada legislatura, trabaja en la modificación de la ordenanza en vigor (la de Usos, Tráfico, Circulación y Seguridad) para incorporar los vehículos de movilidad personal, que hoy se mueven al gusto de cada uno de sus usuarios. La idea es que vayan por carriles bici y segregados y que, en el momento que sobrepasen cierta velocidad, se desplacen a la calzada.
La velocidad, a debate
«Nosotros ni podemos ni queremos circular por las aceras, no nos parece ético. La persona que sale de su casa a la calle no tiene que andar mirando si le viene un vehículo», reflexiona el presidente de una asociación que nació en julio y suma ya setenta miembros. En las reuniones que han mantenido con grupos políticos y representantes del Gobierno municipal han puesto un par de demandas sobre la mesa además de esas «aceras libres» para el peatón. «Pedimos calzadas pacificadas y sanciones», propone consciente de que uno de los puntos delicados de la regulación será determinar «la velocidad».
En Bilbao, que sigue la estela de otras urbes como Valencia o Sevilla y en octubre aprobará su propia ordenanza para los patinetes eléctricos, han fijado el límite en 20 kilómetros por hora, un 'tope' «demasiado restrictivo», considera Llorente mientras trabaja en un manifiesto junto a Las Cuatro Torres. La normativa de la DGT, en 'pause' por la situación política, planteaba un máximo de 25 kilómetros por hora.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión