Urkullu afirma que los parques eólicos en el mar y en los montes «no son agradables» pero «no hay vuelta atrás»

El lehendakari dice que defenderá «el interés general» para impulsar la energía renovable por encima de intereses locales

Lunes, 18 de septiembre 2023, 22:20

«Instalar aerogeneradores en el mar o en nuestros montes no es agradable. A nadie le gusta que se coloquen cerca de donde uno vive. ... Pero es hora de tomar pasos claros y decididos». El lehendakari lanzó ayer un contundente mensaje sobre las energías renovables y su desarrollo en Euskadi. Íñigo Urkullu apostó por apretar el acelerador en este ámbito, en un contexto en el que el territorio camina muy retrasado con respecto a otras comunidades autónomas.

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Y lo hizo en un momento crucial. A menos de un año de las elecciones autonómicas y cuando, a finales de la pasada primavera, su Gobierno aprobó de manera inicial el Plan Territorial Sectorial (PTS) para este tipo de producción eléctrica y puso sobre la mesa un borrador en el que se recoge dónde sí y dónde no se podrán instalar centrales eólicas y solares. El objetivo de ese PTS es facilitar que, en el 2030, el 21% de la electricidad consumida en el País Vasco provenga de fuentes limpias (actualmente no llega al 10%).

El mapa dibujado, que en Álava incluye cimas emblemáticas de Legutio, Aramaio o Añana, ha suscitado un ruidoso movimiento de rechazo en los últimos meses entre colectivos ecologistas y numerosos ayuntamientos y juntas administrativas alavesas.

Ayer, en Bermeo, en un acto muy relevante (el inicio de operaciones del primer molino eólico flotante de España), Urkullu no dejó margen a la duda. Habló de urgencias y de una situación acuciante motivada por el cambio climático. «No tenemos planeta 'B'», insistió. «Nuestro futuro, el de nuestras hijas e hijos, nietas y nietos, depende de las decisiones que hoy tomemos. No vamos a dudar, no hay vuelta atrás. Nuestra apuesta por las energías renovables es clara y decidida. Este es un objetivo de país», advirtió.

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Tras un discurso plagado de referencias a la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles y ante un auditorio en el que había multitud de representantes de la industria eólica, el lehendakari insistió en que es el momento, en que hay decisiones que ya no se pueden postergar más. «Debemos reaccionar, no podemos esperar, no vamos a dudar: pondremos siempre el beneficio de las generaciones venideras por encima de cualquier otra cuestión. Es esto precisamente lo que nosotras y nosotros hubiésemos agradecido. Es esto lo que debemos y vamos a hacer».

Urkullu se refirió entonces, aunque no de una manera directa, a las resistencias con las que ya se ha topado el PTS y a las que, quizás, estén aún por venir, a medida que se vayan conociendo nuevos proyectos eólicos. Y para ello, el máximo responsable del Gobierno vasco aludió a lo que los anglosajones llaman NIMBY ('Not In My Back Yard'), lo que se puede traducir en castellano como 'No en el patio trasero de mi hogar'.

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En ese sentido reconoció que este tipo de instalaciones pueden «no ser agradables» y que «a nadie le gusta que estén cerca de casa». Pero Urkullu apeló al interés general. Incluso lanzó una velada crítica a los que defienden que hay que hacer algo contra el cambio climático y después se oponen a proyectos renovables si les tocan de cerca. «¿Apostamos por las energías renovables solo si no se colocan cerca de mi casa? Debemos desterrar este punto de vista individualista; estas actitudes que colocan el 'yo' antes que el 'nosotras y nosotros'. Y, por supuesto, debemos actuar en consecuencia», sostuvo, porque «estamos aquí para defender el interés general por encima de interés particulares» o locales. Una afirmación que puede considerarse una alusión a la conocida como 'Ley Tapia', que permitiría al Ejecutivo fomentar planes vetados por otras instituciones de menor rango.

Batalla política

Es posiblemente la primera vez que el lehendakari habla con tanta contundencia sobre la hoja de ruta de su Gabinete para las renovables. Hizo alguna referencia durante el Pleno de Política General pero lo de ayer en Bermeo fue más notorio. Lo cierto es que Urkullu lleva al primer plano de la actualidad un asunto que puede generar desgaste en muchos municipios de Euskadi para el PNV, así como, en cierta forma, coloca en una situación cómoda a EH Bildu, que, en el pasado, capitalizó la mayoría de movimientos sociales y ecologistas contra este tipo de proyectos.

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Hay que recordar que en Bizkaia hay únicamente dos parques eólicos en funcionamiento (Punta Lucero y Oiz) a los que se suma el molino marino que ayer comenzó a producir energía en Armintza. Hace más de una década, el Ejecutivo autonómico dio luz verde a 7 minicentrales que nunca llegaron a construirse, en gran medida por el rechazo que suscitaron a nivel local.

En Álava, funcionan los de Badaia y Elgea y pronto está previsto que empiecen las obras de los de Azaceta (muy controvertido) y Labraza. Pero el PTS selecciona hasta 42 zonas de 30 de los 51 municipios del territorio como susceptibles de albergar molinos.

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