«Tenemos 16 taxis eléctricos en Vitoria; será difícil llegar al objetivo del Gobierno vasco»

– ¿Factible?

– Muy complicado. Del total de 194 licencias solo hay 16 vehículos cien por cien eléctricos; cuatro enchufables y, del resto, la gran mayoría son híbridos... y aún quedan de combustión.

– ¿Solo un 8% de eléctricos en la flota?

– Eso es. Si es que el coste de un coche de este tipo aún es muy elevado. Así que si no hay ayudas... Cierto que el Ayuntamiento ha dado 10.000 euros a fondo perdido para estos vehículos. Y eso hay que reconocerlo. Pero son muy caros. Además hay que adaptarlos como taxi, y eso también tiene un coste para nosotros. También está el tema de la amortización. Quiero decir que una persona que se haya comprado un híbrido hace un año por ejemplo –de combustión ya no se han adquirido nuevos– lo de cambiar en menos de ocho años...

– ¿Y la red de cargadores?

– Ese es otro problema. Solo hay cuatro cargadores rápidos y un ultra rápido dentro de la ciudad. El resto son lentos. Así que, hoy por hoy, los coches eléctricos en el servicio del taxi, dependiendo de la capacidad de la batería, te pueden limitar carreras fuera de ciudad. Si llevas trabajando media mañana y te sale un viaje fuera de Vitoria, hay que calcular muy bien la autonomía para llevar al cliente. Ya le digo, lo de conseguir el 80% que me comenta es complicado. ¡Ojalá! El precio de los combustibles está por las nubes.

– ¿Cuánto ha disparado esa escalada sus costes?

– Los han duplicado. Si antes teníamos 250 o 300 euros de combustible al mes ahora son 500 y 600 euros. Yeso en híbridos. En coches de combustión estamos hablando de más de mil euros en gasolina o diesel cada mes.

– Se repercutirá en las tarifas.

– No se puede repercutir. Son fijas y se consolidan año a año. No van por el IPCanual. Van por los costes de explotación, que se toman desde el 1 de julio del año pasado al 30 de junio de este año.Se hace un estudio económico y sobre eso se saca la subida que habría que aplicar a las tarifas. Se presenta alAyuntamiento y este hace otro estudio sobre los mismos costes y sobre eso se fija la subida de las tarifas, pero hasta el año siguiente, a finales de enero, febrero e incluso más tarde, no se pueden aplicar.

– ¿Les salen las cuentas? ¿Es rentable ser taxista en Vitoria?

– Cuesta, pero sí. Hay que tener en cuenta que las licencias antes valían más de lo que cuestan ahora...

– Hablamos de...

– En torno a los 170.000 euros de media con la obligación de mantenerla y explotarla diez años. En ese tiempo no la puedes vender. Pero te da un puesto de trabajo y prestas un servicio a la ciudad que considero que es de calidad. Cada uno nos organizamos y al final estamos prestando servicio las 24 horas al día.

– ¿Algún día en blanco?

– De eso no. Ha sido muy dura la pandemia, pero cuando le digo que ha sido muy dura es que ha habido compañeros que lo han pasado francamente mal. Se trabajaba un día sí y un día no. Ahora hay bastante más trabajo sin llegar a lo que teníamos en 2019, pero se nota otra alegría en la calle.

– ¿Es Vitoria una ciudad difícil para el tráfico?

– Es complicado conducir por la ciudad, sí. Y mucho más con el BEI. Porque se ha metido el tráfico por las mismas calles y a ciertas horas resulta muy difícil circular.

– Y con la subida de los precios de la gasolina ¿perciben menos coches?

– Personalmente no he notado diferencia. Menos por los colegios y las vacaciones estos meses... Vamos, igual que antes.

– ¿A qué otros problemas se enfrenta el gremio?

– Pues mire en los últimos meses hemos notado una falta de respeto que creo que es general, no solo en el sector del taxi. Se han perdido un poco las formas... hay clientes que no pagan y salen corriendo, aunque la gente no se lo crea. No es habitual. Pero estas cosas son las que hacen que también nosotros seamos un poco reacios a trabajar las noches de los fines de semana.

– ¿Inseguridad?

– Vitoria es una ciudad tranquila, realmente. Llevo cinco años en el gremio y, ya le digo, lo más que me ha llegado a pasar es que no me hayan pagado una carrera.