Talento vitoriano con rodaje por delante

Se ha adentrado en el mundo del cine a diferentes niveles. Su primer contacto fueron unas prácticas en el rodaje de 'Errementari', la ópera prima de Paul Urkijo, estrenada el año pasado. «Me interesaba ver cómo funcionaba». En verano del año pasado participó en las labores de producción de 'Terminator 6' que se rodaba en Madrid. «Nunca nos dijeron oficialmente que era 'Terminator' por el secretismo de una gran producción».

Estos días, Iñaki Tena (Vitoria, 1995) trabaja en 'El silencio de la ciudad blanca', a las órdenes de Daniel Calparsoro. Es el director sénior, cuyas tareas van «desde tratar con los actores a organizar las jornadas y mantener a los diferentes departamentos informados», cuenta el joven, quien confiesa que sólo lleva «un año en el cine», tras su paso por la carrera de Comunicación Audiovisual donde realizó algunos trabajos de corta duración.

Forma parte de los jóvenes alaveses, junto a la meritoria de producción María Cano y al auxiliar de cámara Hobeko González de Viñaspre, que viven de primera mano el rodaje de la adaptación de la novela de Eva García Sáenz de Urturi. No es raro verlos dando instrucciones, pegados al móvil ultimando los detalles de una grabación y detrás de la cámara fijando un plano. De lunes a sábado. A primera hora de la mañana o en la madrugada.

Iñaki Tena se enganchó al cine tras participar en el rodaje de la ópera prima de Urkijo. «Yo iba para reportero de televisión», sonríe. El rumbo se torció con el ejemplo inspirador de 'Errementari', la cinta que ha puesto de relieve -como hizo Bajo Ulloa a finales de los ochenta- que se puede ser joven en Vitoria y hacer cine. «Rueda, rueda y rueda y ya llegará» fue el consejo que le dio el realizador Paul Urkijo -«un chaval como podía ser yo»- cuando Iñaki Tena le preguntó cómo se llegaba a ser director de cine.

Se lo ha tomado al pie de la letra. En este corto periodo de tiempo ha llamado a unas cuantas puertas y ha tenido la «suerte» de ver cómo funciona Hollywood sin moverse de Madrid, donde estudia el último curso de realización en el Centro Internacional del Centro Internacional de Fotografía y Cine (Efti). El rodaje de 'Terminator' disfrazó algunas calles madrileñas de un pueblo mexicano -aunque no se vio a Arnold Schwarzenegger-. Las diferencias de rodar allí a hacerlo en casa son evidentes. «En Madrid están más acostumbrados, incluso cansados de los rodajes», comenta Iñaki Tena. «Mientras que el apoyo de los vecinos de Vitoria es enorme, se muestran ilusionados». Basta con observar el silencio de los curiosos que se acercan a ver el rodaje de alguna escena en exteriores.

Como al resto, le atrae la disciplina de la gran pantalla. Cuando las luces se encienden todo funciona como «una especie de estamento militar donde cada puesto tiene una función muy marcada». También le seduce la manera en la que se va creando una familia entre toma y toma. Es lo que hace amenas las largas jornadas de grabación - se pueden prolongar hasta doce horas-.

En este mismo sentido, María Cano (Vitoria, 1994), que interviene en el rodaje de la película de Atresmedia como meritoria de producción, destaca la importancia de «trabajar en equipo». «Todos nos tenemos que llevar como una familia para poder seguir rodando día a día». Entre sus funciones está poner todo a punto (maquillaje, peluquería, catering...) antes, durante y después de la grabación. ¿Qué le lleva a alguien a interesarse por la producción? «Desde pequeña me ha entusiasmado el orden», reconoce la joven vitoriana.

Tras producir varios cortos ('George', 'Zombie'), participa por primera vez en un largo. 'El mundo audiovisual es mi forma de mi vida' es uno de las frases que se lee en su currículo engrosado con la experiencia en el filme protagonizado por Javier Rey y Belén Rueda. María Cano también estudió en Madrid, en su caso el máster de Producción Audiovisual en la Universidad Complutense. «Aprendes la teoría. Pero no puedes saber cómo es trabajar en una película hasta que lo ves desde dentro», comenta.

«Trabajo duro» son las dos palabras más repetidas por estos jóvenes. «Estamos demostrando que en Álava se pueden hacer películas muy buenas», señala convencida de que la cinta va a servir también como escaparate para atraer más rodajes. «Va a hacerle bien a la zona».

Hobeko (Vitoria, 1996) es el más joven del equipo compuesto por un centenar de profesionales. Al acabar el rodaje en septiembre comenzará a estudiar Dirección en la Escuela de cine de Bilbao. Es su primer vez en el cine. Lo hace como auxiliar de cámara. Anteriormente había realizado cortometrajes y videoclips, entre ellos, uno de su grupo de rock, llamado Stereo. Cada día de rodaje le atrae más. «En muy poco tiempo hemos descubierto algo muy grande. Aunque es un trabajo jerárquico, los sábados cuando acaba la grabación vamos a tomar algo».