«Lo sostenible no existe; se lo inventó un finlandés para vender un proyecto»
Este pionero del ecologismo en Álava es pesimista con el futuro inmediato. Urge cambiar el modelo social, insiste el portavoz de Gaia
Autodidacta, buscavidas, viajero, aventurero, pionero del ecologismo, pintor, educador ambiental, ácrata, escalador y un tanto deslenguado. Fernando Arrikagoitia 'Cibeles' (Vitoria, 1948) es portavoz del grupo ... ecologista Gaia, responsable de la biblioteca que lleva el mismo nombre y que es el mayor fondo de libros y documentacion sobre ecologismo de España y guía de los caños del Casco Medieval. Está enfadado con el despilfarro en el que vivimos.
- ¿Cómo están los caños?
- Bien, sale todo el mundo encantado de la visita. La mayoría son de Vitoria y van por recuerdos, historias, añoranzas...
- El barrio le debe haber rescatado sus caños. ¿Hay algún otro rincón del Casco Medieval que necesite una intervención urgente?
- Hay casas que se están cayendo. Parece que ahora están dándole una vuelta las instituciones y si todo sale bien para octubre saldrán cosas que nos alegrarán relacionadas con el arreglo de viviendas, apoyos para la gente que no tiene dinero...
- Fue de los primeros en defender la peatonalización del Casco Viejo. ¿Tuvo que oír de todo?
- ¡Qué va! Hablamos del año 78 y ha llovido un poco. Entonces se metió con nosotros mucho algún comerciante, pero poco más. Mire luego se hizo peatonal todo el Ensanche: Dato, Los Fueros, San Prudencio... Y nadie dice nada y ahora aquí sí que hay gente quejándonse en el Casco Viejo.
- ¿En que sentido?
- El Casco Viejo ha pasado de la cocina económica a la vitrocerámica y ya te crees el marqués de Villarcayo y ya quieres tener la vaca sagrada que llamamos coche debajo de tu casa, cosa que nunca la vas a poder tener... Es chocante que sean peatonales las calles más anchas de Vitoria y donde el poder adquisitivo es mayor y tienen dos o tres coches y en el Casco Viejo, donde hay quien ni lo tiene, algunos pongan el grito en el cielo...
- También ha sido usted un visonario de la bicicleta. Los ecologistas fueron los primeros en hablar de bicicarriles.
- Sí, empezamos con muchas broncas. Salíamos cuatro veces al año a la calle con nuestras bicis y reivindicaciones, en los solsticios y equinoccios. Y a base de eso lo logramos. Los primeros carriles fueron tres y absurdos. Había uno que llegaba hasta la calle Castilla y ahí te tenías que echar la bicicleta al hombro porque se acababa y a menuda velocidad iban ahí los coches... Luego ya poco a poco se iban haciendo tramos, pero más como una manera de callarnos, porque algunos no servían para nada.
«El cambio climático es real pero el motivo no, es una moto que nos han vendido»
conceptos
- ¿Ha mejorado la red?
- Gracias al CEA se han logrado cosas, lo han llevado bien. Hoy tenemos espacios para el peatón y para la bici.
- ¿Usa la bicicleta?
- No, voy andando
- Usted, que es autodidacta, formaba parte de un ecologismo muy activista
- Mire, yo andaba por ahí viajando y el 74 fue mi primera escuela en ecología. La primera manifestación en la que yo estuve fue en Portugal, durante la revolución de los claveles, un 5 de junio, día Mundial del Medio Ambiente y salíamos diciendo 'Todo el año sí, un día no', o sea al revés. Ese día del Medio Ambiente surgió en 1972 en Estocolmo. Se juntaron todos los mamones que estaban destruyendo el planeta y decidieron que iban a decir que había que hacer algo para arreglarlo. Y nosotros reinvidicábamos que eso fuera todo el año e íbamos en contra de los tecnócratas, que son los que dirigen a los políticos pero pasan desapercibidos.
- ¿Cómo era aquel ecologismo?
- Tenía una filosofía que no hay ahora. No podía haber ecología sin un cambio social. Y eso suponía cuestionar todo, la forma de vida, cómo ves tú lo que te rodea... Yo no creo que nadie se levante cada mañana pensando en si los buitres están extinguidos o no. Te preocupa tu forma de vida, cómo vas a poder hacer el cocido, si te estresas... Es cuestionar una forma de vida que hoy en día es todo competición, porque para que haya un vencedor tiene que haber muchos vencidos.
Aliviaderos de conciencias
- ¿Vitoria avanza en la sostenibilidad?
- No creo en lo sostenible. Fue un finlandés quien inventó la palabra para vender un proyecto. La sostenibilidad se puso de moda entre los políticos y ahora a todo se le llama sostenible y nadie te explica sobre qué se sostiene... ¿Sobre qué se sostiene en un sociedad que está montada en producir, consumir y volver a producir para volver a consumir? El departamento de medio ambiente te puede decir que vayas en bicicleta o andando porque es más ecológico, pero el de industria te dice que mejor si tienes tres coches porque así el nivel de vida sube. Si esa es la filosofía, ¿sobre qué se puede sostener eso?
- El cambio climático...
- Es una moto que nos han vendido. No hay duda de que es real, pero lo que no es real es el motivo. Ahora los más ecologistas en este país son las grandes compañias eléctricas o de gas; o sea, los mayores butifarreros. Dicen que van a arreglar el cambio climático y piden un cheque en blanco de dinero público para enriquecerse más. Lo que está produciendo el cambio climático, además de la contaminación, es el sol. Es el que ha ocasionado los grandes cambios en la tierra; el hombre es un recién llegado.
- ¿No hay energía sostenible que frene el cambio climático?
- Le cuento una anécdota. El sol tiene de vez en cuando manchas y llevaba cuatro años sin ellas. El sábado metió un pepinazo, una tormenta solar que si llega a dar en la tierra se hubiesen ido a la mierda todos los satélites y los chavales se subirían por las paredes porque los móviles no iban a funcionar. El día que eso pase...
- Pero bueno, ¿algo ayudará dejar de depender de los combustibles fósiles, no?
- Si yo voy en coche eléctrico no contamino como con uno normal, pero... ¿y las baterías? ¿Cuánto contamino para fabricarlas?
«No me gusta que Gipuzkoa y Bizkaia decidan hacerlos todos aquí, como si fuéramos su trastero»
parques eólicos
- ¿Y qué pintamos plantando parques eólicos y plantas solares por toda Álava?
- Aliviar la conciencia. El señor de Ayala estaba siempre luchando con los señores de Castilla y Navarra para conseguir más tierras y poder. Entonces hace un convento dentro del castillo de Quejana con doce dominicas para que recen porque su religión cristiana le dice que no puede matar y para que Dios le perdone. Esto es igual, estamos en un despilfarro en todo el planeta y queremos aliviar nuestra conciencia diciendo que hacemos algo...
- O sea, esto de las renovables es como rezar siete avemarías tras de salir del confesionario.
- Así de claro. Lo que sí veo en esto una cosa que es real: las energías fósiles se van a agotar y hay que buscar una alternativa para seguir estando aquí.
- ¿Qué le parece la red de parque eólicos planteada en Álava?
- No estoy de acuerdo con que Gipuzkoa y Bizkaia hayan decidido tenerlos todos aquí, como si fuéramos su trastero. La energía se pierde en el transporte. Si se ponen como en Navarra en campos de cultivo, cerca de la zona de consumo, y no en las sierras... Estoy a favor de la energía libre del viento pero no en cualquier sitio. Mire esto es como cuando lo de los repetidores del 83: iban a ponerlos en el Aratz, hicimos todas las chuflas para pararlos y ¿sabe cuándo lo logramos? Cuando le planteamos al tecnócrata de turno que si tan buenas eran las pusieran en el Gorbea. Se tocaba algo sagrado.
- ¿Y aquí lo sagrado qué es?
- Gipuzkoa y Bizkaia. Álava, para ellos, es como el vertedero. Recuerde que la recogida de todos los residuos industriales de Euskadi se iba a poner en Lantarón. Las broncas que tuvimos.
-¿Y con los parques solares?
-Igual. Estoy a favor, pero a ver cómo y dónde.
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