Solo el 2,3% de los hogares de Vitoria logra el descuento por abrir el contenedor de basura orgánica

Más abultado es el número de familias que ha logrado un descuento del 10% por apuntarse en el registro y aceptar así la cesión de sus datos. Han sido 26.900. A tenor de estas cifras, una de cada diez ha logrado justificar que vierte bien y en cantidad suficiente sus restos de comida en los contenedores o buzones de apertura mediante chip. Lo que no significa que haya ciudadanos fuera de ese registro que estén haciendo bien sus deberes para con el reciclaje.

La concejala del PP Blanca Lacunza, formación contraria a la subida de esta tasa y que sigue considerándola un «basurazo», hizo por el contrario una lectura crítica de estos números. «En Vitoria no va a pagar quien contamina sino quien tiene una casa un poco más grande», lamentó, en alusión a los tramos de cobro de las basuras en función de los metros cuadrados independientemente de cuántas personas vivan dentro.

Lacunza dudó incluso de la legalidad del método empleado para contar las aperturas. Sólo se registra una por hogar al día «para evitar la picaresca de abrir varias veces sin echar nada», justificó Armentia. La ordenanza sin embargo no recoge que deba ser así, según Lacunza, ya que habla sólo de un número 'X' de vertidos al año sin especificar que tengan que ser unos días y otros. «¿Y qué pasa si has tenido una comida en casa con muchas personas y tienes varias bolsas?», se cuestionaba.

Al margen de las bonificaciones para las rentas más bajas. El equipo de gobierno PSE-PNV pactó con EH Bildu una tabla de descuentos en función de las aperturas. Los residentes de las casas de menos de 75 metros cuadrados tenían que abrir más de 75 veces al año el contenedor. Serán 100 para las de entre 75 y 90 metros y a partir de ahí deberán superar los 120 viajes al contenedor de orgánica.

Estas cifras han vuelto a llevar a las comisiones del Ayuntamiento el debate de la subida de basuras, un incremento al que obliga Europa ya que dictamina que los ciudadanos tienen que pagar por lo que cuesta la gestión y tratamiento de sus residuos a fin de que ese déficit no lo asuman las instituciones locales. Armentia defendió la medida, que se mantendrá en las ordenanzas fiscales que ahora se negocian, aunque eso sí, se abrió a introducir mejoras. Además, le lanzó al PP una pulla al recordarle que Madrid, con alcalde del PP(José Luis Martínez-Almeida) plantea subir las basuras y pasar de cobrar «de 70 euros hasta 500 al año».

Antes, portavoces de la asociación vecinal Zazpigarren Alaba (Aranbizkarra-Aranzabela), habían planteado a los partidos con representación municipal una serie de mejoras a introducir en las ordenanzas fiscales de 2025 a fin de hacerlas «más justas». Entre otras cosas solicitaron que a la hora de establecer el número de aperturas a partir del cuál se pueden obtener descuentos se tenga en cuenta que en los hogares más grandes en los que vive una sola persona son cifras «imposibles» de alcanzar.