La segunda vivienda disparará el tránsito a otras comunidades
Los vascos podrían desplazarse a sus pisos de veraneo en Cantabria, La Rioja o Alicante, pero no a Burgos, que aún estará en fase 2
Decenas de miles de vascos esperan como agua de mayo a que, a lo largo de este mes de junio –podría ser incluso este mismo ... lunes–, desaparezcan las fronteras que ha impuesto el coronavirus y que les impide salir de sus respectivas provincias para disfrutar de su segunda residencia. No en vano, y según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, solo el año pasado más de 2.300 residentes en Euskadi adquirieron piso en otras provincias de la geografía española, una cifra similar a la de 2018 y que se ha mantenido casi siempre en torno a las 2.000 compraventas anuales, salvo en lo peor de la última crisis económica.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, aseguraba hace unos días en una entrevista en EL CORREO que este verano espera a los vascos con los brazos abiertos, y sabe muy bien por qué lo dice. Buena parte de los ingresos por turismo que genera cada año su comunidad depende de los visitantes vascos. No en vano, más de 100.000 vecinos de Bizkaia y Álava tienen casa en su territorio. Castro, Laredo, Isla, Noja, Ajo... son pueblos con cierto label vasco.
Noja, por ejemplo, un enclave con apenas 2.500 empadronados, recibe en la temporada estival a más de 60.000 personas. Y solo en Castro, por ejemplo, el INE apunta a que en torno a 10.000 vascos (casi todos de Bizkaia) tienen allí una vivienda. Y la cifra aumenta cada año en el conjunto de esta comunidad autónoma: en el último lustro más de 3.000 ciudadanos de Euskadi han protagonizado operaciones de compraventa de inmuebles.
Si finalmente desde el lunes el Gobierno central permite la movilidad entre comunidades, las caravanas hacia Cantabria, pero también hacia La Rioja y Navarra, parecen de nuevo aseguradas. Pero no será el caso del norte de Burgos, provincia que como la mayoría de Castilla y León permanece en estos momentos en la fase 1 y no pasará a la 3 hasta dentro de varias semanas. De momento, este lunes aspirará a avanzar hacia la etapa 2, lo que le imposibilitaría recibir visitantes desde Euskadi. En este punto está la salvedad de Treviño, condado que avanza en la desescalada al mismo paso que Álava.
A Benidorm aún no
También se beneficiarían del fin de las restricciones todos aquellos vascos que tienen 'casa en el pueblo', habitualmente el lugar donde nacieron o donde lo hicieron sus padres antes de emigrar a Euskadi. Eso sí: siempre que sus localidades de origen estén en comunidades en fase 3, como Galicia, por ejemplo.
Otro de los colectivos a los que afectaría la supresión de las limitaciones de movilidad sería a los veraneantes en el Mediterráneo. Es decir, a todos aquellos que poseen una segunda vivienda, por ejemplo, en Benidorm u otra localidad alicantina, que en el caso de los vascos se cuentan por decenas de miles. No obstante, estos residentes tendrían que esperar aún una semana más, puesto que la Comunidad Valenciana entró ayer en la fase 2 y no alcanzará la 3, si todo va bien, en principio hasta el 15 de junio.
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