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Salvados de los molinos
El proyecto para instalar 34 aerogeneradores en Arkamo e Iturrieta suponía una amenaza para 35 especies de aves y 26 de murciélagos
Flumen, el único quebrantahuesos que parecía tener arraigo en Álava, falleció hace tres semanas debido a las heridas que se hizo tras chocar contra un ... tendido eléctrico. El accidente ocurrió en el municipio alavés de San Millán y es un ejemplo del peligro que suponen para las aves las instalaciones aéreas. El riesgo se eleva si en su trayecto habitual aparecen también las enormes hélices de los aerogeneradores. De momento, la fauna alada de las sierras de Arkamo e Iturrieta puede volar tranquila una vez que Aixeindar ha renunciado a levantar allí sendos parques eólicos por las afecciones medioambientales.
La cifra
1.000aves han chocado contra las aspas de los molinos en los últimos 5 años en Aragón, según el Gobierno autonómico.
Esa paralización da aire a 35 especies de aves y 26 de murciélagos que frecuentan y anidan en estos espacios naturales y su entorno. «Sus palas son barreras mortales y el tendido eléctrico una amenaza», advierte Ana Carricondo, técnico medioambiental de la organización ecologista SEO BirdLife, que presentó alegaciones al proyecto. Entre quienes se salvan de los molinos se encuentran, además del propio quebrantahuesos, rapaces como el águila Bonelli, el alimoche o el milano real. La vulnerabilidad de estas especies amenazadas hace que se sigan con interés sus pasos y está contrastado que algunos de sus rincones alaveses preferidos se encuentran en los roquedos de Arkamo e Iturrieta.
Pero además, la instalación de estos gigantes generadores de energía eólica en las dos sierras también amenazaba a anfibios como la rana ibérica y el mesotritón alpestris y a flora protegidos por la Red Natura 2000, lo que ha sido una traba más al proyecto de implantar 19 de estas torretas con aspas en Arkamo y 15 en Iturrieta. Es de hecho, una de las razones de peso que han empujado a la Diputación alavesa a proteger ambos espacios.
Así los efectos «irreversibles» de los que advertía el informe del servicio foral de Sostenibilidad Ambiental y de Patrimonio Natural sobre los dos proyectos van en la línea del mensaje de Carricondo. «El rechazo es de cajón, se descartan por su propio peso. Es incoherente instalar infraestructuras que suponen una amenaza para las aves en espacios donde hay especies en amenaza o en peligro de extinción», explica la técnico ambientalista. Recuerda, en este sentido, que en Aragón el Gobierno ha notificado en el último lustro la muerte de un millar de aves entre las aspas de estos molinos.
«Es incoherente instalar molinos donde hay especies de aves en peligro de extinción»
Ana carricondo, seo birdlife
Aunque Aixeindar (empresa que integran el EVE e Iberdrola) aseguraba que los molinos incorporarían un sistema de anticolisión de aves que la detecta y posiciona con «precisión» cuando se aproximan de manera que se detienen las alas, la medida no convence. «No sólo hablamos de la mortalidad, también de los cambios que generaría, porque les obligarían a desviarse. Y de la degradación del ecosistema, que perdería calidad», puntualiza la miembro de SEO BirdLife.
Pone como ejemplo el caso de una pareja de alimoches que, de haberse materializado el parque, tendrían una de esas torres a escasos cien metros de su nido en Iturrieta. «Les habría empujado a tener que abandonar el lugar y quizá al año siguiente no habrían vuelto».
El peligro nocturno
Carricondo también pone el acento en el importante papel que juegan las aves carroñeras. «Se alimentan de cadáveres. Con su actuación evitan la propagación de enfermedades entre otros ejemplares. Esto podría tener un impacto final en el humano».
Además de SEO BirdLife, el mismo informe foral advierte de los efectos «negativos» que tendrían los molinos por la noche. «Debido al balizamiento nocturno, creará un impacto visual incluso mayor que el ocasionado durante el día por las propias infraestructuras». Esto podría inducir a otros impactos, en concreto de insectos. Detrás de ellos irían las aves. Pero sobre todo sufrirían unos mamíferos muy especiales: los murciélagos. «En estos casos caen en masa. El ruido de las hélices y las luces les atraen. Van de cabeza». Es más, la técnico medioambiental señala que estos ejemplares, los quirópteros, son los que más muertes registran. «Son más, por lo que fallecen en mayor número». Así que Carricondo celebra el paso atrás. «Era lo mínimo. No hablamos solo de un par de especies. Y son zonas de paso durante la migración».
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