Dos arqueólogos trabajan en el interior del espacio que ocupó el Almacén de la Revilla de Salinas de Añana. QARK ARQUEOLOGÍA

Salinas de Añana estudia un almacén medieval de salmuera que también fue balneario

Bañeras antiguas y silos excavados en roca para guardar productos derivados de la sal dan fe del pasado de un edificio que acogerá un centro de interpretación

Sergio Carracedo

Domingo, 21 de mayo 2023, 00:36

Los baños hipersalinos en el Valle Salado son un reclamo turístico desde hace más de una década. Sin embargo, pocos visitantes saben que las propiedades ... de las aguas de Salinas de Añana ya atrajeron a los bañistas al balneario que debió funcionar en el pueblo durante algunos años del siglo XIX. Los habitantes de esta localidad lo tenían más o menos claro, ya que la secular presencia de una bañera de piedra en el lugar les daba la pista para referirse al emplazamiento como el balneario. Una reciente excavación arqueológica y el hallazgo de dos bañeras más, junto a las explicaciones de los expertos, han terminado por despejar toda duda. Hubo un balneario en Salinas de Añana. La sorpresa, sin embargo, ha sido encontrar una historia mucho más amplia y antigua del edificio que albergó la casa de baños, que tras convertirse en vivienda se abandonó y se redujo a ruinas.

Publicidad

El equipo de Qark arqueología ha vaciado de escombro el edificio, excavado el interior del espacio y realizado la lectura estratigráfica para comprobar que hay «una secuencia bastante interesante que va desde la Edad Media hasta hoy», explica el arqueólogo Leandro Sánchez Zufiaurre. En este estudio de «cómo se ha ido generando el espacio», comprobaron que lo más antiguo corresponde a «una serie de agujeros de grandes dimensiones tallados en la roca que seguramente sean depósitos de salmuera o sal, como otros que hay en el valle, datados en el siglo XII - XIII», precisa.

Los silos de grandes dimensiones descubiertos en el edificio en ruinas de Salinas de Añana. Q. A.

El edificio en cuestión se conocía hasta ahora como Almacén Grande, pero en el proceso de documentación «se pudo comprobar que en realidad se corresponde con el Almacén de la Revilla», aclara Sánchez Zufiaurre. Llegó a ser uno de los más importantes almacenes de sal que existían en el Valle Salado, como lo demuestran sus dimensiones y el gran número de contrafuertes construidos para soportar el empuje de la sal. El estudio estratigráfico indica la existencia de un primer almacén del siglo XVI, de unos 100 metros cuadrados. «Creemos que se relaciona con el monopolio de la sal impuesto por Felipe II en 1564 y las consecuencias que esto tuvo en la reorganización de la producción salinera de Salinas de Añana», señala.

Ampliación y conversión

El edificio fue ampliado en dos ocasiones (siglo XVII y XVIII) hasta alcanzar sus dimensiones actuales (259 m²) en las inmediaciones del mirador del Valle Salado. Hacia 1815 se abrió un hueco en el muro sur, actual acceso al edificio, y hacia finales de siglo, tres grandes ventanales, dos hacia el valle y uno hacia el norte, quizá coincidiendo con su transformación en balneario. De esa fase han perdurado tres bañeras, la conocida hasta ahora y otras dos más descubiertas en la excavación, una entera y otra partida.

Publicidad

Las dos bañeras halladas en el yacimiento del Almacén de la Revila.

Tras ser casa de baños y almacén se convirtió en vivienda. «El cemento y hormigón nos sitúa con claridad en el siglo XX», explica. La documentación y las evidencias materiales sugieren que la vivienda debió levantarse en el primer tercio del siglo XX, ya que aparece en una fotografía de 1926. Las obras son de gran calado, reformando por completo el interior del edificio y luego construyendo un anexo al sur.

Los testimonios orales de los habitantes de Salinas aseguran que la vivienda se abandonó a finales de la década de 1960 y comienzos de la de 1970. Tras su abandono el edificio se deterioró, perdió la techumbre y algunas paredes y fue empleado como vertedero por los vecinos, lo cual generó un depósito de residuos de grandes dimensiones.

Publicidad

Oficinas y una Ekoetxe, la nueva vida del Almacén de la Revilla

. La centenaria y polifacética vida del Almacén de la Revilla sumará en los próximos meses un nuevo capítulo. Este histórico edificio de Salinas de Añana se halla inmerso en un nuevo proceso de transformación para convertirse en una 'Ekoetxea' de la Red de Centros Ambientales de Euskadi que gestiona el Gobierno vasco y que actualmente cuenta con cuatro centros propios: los vizcaínos de Urdaibai y Meatzaldea, y los guipuzcoanos de Azpeitia y Txingudi.

La Fundación Valle Salado de Añana, además de contribuir con su experiencia y su programa de visitas en el proyecto de Ekoetxea, cederá el uso parcial de este edificio, que hasta ahora se encontraba en ruinas, para la creación de dicho centro que ya está licitado. El futuro edificio, además, reservará un espacio para albergar unas oficinas de la Fundación Valle Salado.

La nueva estrategia de la red de Ekoetxeas, en la que entrará el centro de Salinas, trabaja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y pretende conectar las diferentes políticas de biodiversidad, cambio climático y economía circular. Por ello, estos centros de interpretación de la naturaleza pasarán a ser centros ambientales en los que sitúan a las personas en el centro de su acción. En ellos se pretende cambiar la forma de pensar y actuar para alcanzar unos hábitos más sostenibles. Para ello quieren impulsar la transformación ecosocial a través de políticas ambientales, de forma digital y presencial, en entornos emblemáticos, para involucrar a la ciudadanía y generar valor para el país. Con ello, el Valle Salado, que hasta ahora había mostrado su historia, su arquitectura y su producción, adquiere una nueva dimensión, la ambiental.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad