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Danierl Calparsoro da instrucciones a Belén Rueda y Javier Rey durante la grabación.

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Danierl Calparsoro da instrucciones a Belén Rueda y Javier Rey durante la grabación. Jesús Andrade

El Rosario de Los Faroles entra en acción

Cerca de doscientos figurantes recrean una sobresaltada procesión del 4 de agosto para el rodaje de 'El silencio de la ciudad blanca'

Sara López de Pariza

Martes, 28 de agosto 2018, 12:41

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Es uno de los actos más solemnes y llamativos de las fiestas de Vitoria, y ahora tras más de cien años de historia dará el salto a la gran pantalla. Cerca de doscientas personas recrearon la Procesión del Rosario de Los Faroles para el rodaje de 'El silencio de la ciudad blanca' en la escalinata de San Miguel, la plaza de la Virgen Blanca y la calle Prado. Como un «ambiente mágico, casi onírico» lo describe Kraken en la novela de Eva García Sáenz de Urturi y eso es lo que se vivió durante la madrugada ayer.

Pasadas las nueve y media de la noche comenzaron a llegar los primeros cofrades al Museo de Los Faroles, en la calle Zapatería, para recoger las piezas que como cada 4 de agosto se trasladan a la Virgen Blanca para iniciar allí el Rosario. «Todos los que portan los faroles son cofrades, en total son 70 personas. Creíamos que era lo suyo que los llevaran gente de la Cofradía, y además esto no se puede dejar en manos de cualquiera», confesaba el abad, Ricardo Sáez de Heredia. A los 72 faroles, 47 rojos y 25 azules, se les sumaron las carrozas de la Virgen Blanca y de Santo Domingo.

«Nunca habíamos sacado tantos elementos procesionales un día que no fueran fiestas. Son bastante delicados y hay que cuidarlos mucho», confirmaba Sáez de Heredia sin perder detalle de la organización. Con todos los figurantes en sus puestos -incluidos policías locales, ertzainas, miñones con el traje de gala, público de la procesión y autoridades ficticias- aparecían los actores principales para recrear una escena que altera la tranquilidad de la capital alavesa. El asesino ha vuelto a actuar y al escenario donde aparecen una pareja de cadáveres llegan a la carrera Javier Rey en el papel de Kraken y Belén Rueda en el de la subcomisaria Alba. Aura Garrido aparece en escena minutos más tarde mostrando su placa de ertzaina.

Los ensayos para rodar la escena a los pies de la escalinata comenzaron hacia las once de la noche y se prolongaron hasta pasada la una y media de la madrugada. «Es complicado el tema de las luces, hemos mandado apagar algunas farolas para utilizar nuestros focos y también tenemos que encontrar la mejor manera de colocar los faroles en la escalera», explicaba Josep Amorós, director de producción de la película, mientras supervisaba los preparativos. De hecho, hubo que hacer algunos cambios de última hora ya que las letras 'AM' (Ave María) que forman los faroles en los peldaños no quedaban demasiado bien en cámara y algunos cofrades tuvieron que descender a la carretera.

Bocadillos para recuperar

El director donostiarra Daniel Calparsoro se encargó de transmitir las órdenes durante toda la grabación para que no quedara ningún cabo suelto. «Por favor, díganle a ese muerto que no mueva la mano», se le podía oír entre conversación y conversación con los actores principales. «Menos mal que hace buena noche, porque sino ahí desnudos se iban a quedar helados», murmuraban un par de figurantes observando los dos cuerpos bajo la carroza de la Virgen Blanca sólo cubiertos por un Eguzkilore.

«Es una experiencia curiosa para vivir, pero muy cansada. No pensaba que era necesario rodar la misma escena tantísimas veces, pero claro la pillan desde ángulos diferentes, con cámaras diferentes… yo necesitaba sentarme un rato a descansar ya», reflexionaba María, una de las portadoras de farol. No es de extrañar su fatiga y es que cada pieza pesa entre 4 y 12 kilos, aunque tienen una autonomía de batería de diez horas los figurantes los apagaban en cada descanso para evitar que se agotara la luz. Uno de los momentos más esperados llegó a las dos de la madrugada con el reparto de bocadillos y bebidas antes de trasladar todo el 'atrezzo' a la calle Prado. La grabación se prolongó hasta las siete de la mañana y finalizó en el exterior de la Catedral Nueva con el director satisfecho por el trabajo realizado.

El rodaje de la cinta se prolongará en Vitoria y otros puntos de la provincia hasta finales de septiembre. El equipo ya ha pasado por escenarios clave en la novela como la Catedral de Santa María, Rioja Alavesa, la cárcel de Zaballa, la plaza del Matxete, la pastelería Goya en la calle Dato o incluso la redacción de EL CORREO. El pasado día 23 el Museo de Los Faroles se convirtió en plató por una tarde con anécdota incluida. «Rociaron el espacio con un gas inocuo para simular humo y saltó la alarma de incendios, estuvo un buen rato sonando hasta que conseguimos pararla», recordaban ayer algunos miembros de la Cofradía. La película se estrenará en 2019 de la mano de DeAPlaneta y Film Factory se encargará de las ventas internacionales.

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