«Es la primera vez en 20 años que ocurre un incidente grave»

«He llegado a las ocho de la mañana y estaba todo acordonado por la Policía, que solo ha dejado acceder a los trabajadores. Y el cadáver lo han levantado ya cerca de las nueve porque estaban esperando al juez de guardia. Nadie sabía a ciencia cierta qué había pasado más allá de que había una persona muerta a la entrada de la discoteca», relataba el propietario de la cafetería Dendaraba, quien, entre cafés y pintxos, recibía preguntas de los clientes que se acercaron al establecimiento hostelero por la mañana e intercambiaba impresiones con ellos.

El presidente de la comunidad de propietarios de la galería comercial destacó que «los clientes de esta discoteca no son conflictivos». Desde su prisma, las personas que acuden a este local de fiesta suelen tener «normalmente más de 40 años». Agregó que «se trata de un perfil algo más mayor que el de otros locales de ocio nocturno de este tipo y no se suelen producir conflictos» en referencia a la muerte violenta del joven vitoriano de 31 años.

En términos similares se expresaron los responsables de la discoteca, que en estos momentos tiene fijados sus días de apertura los viernes y los sábados por la noche –desde las 23.30 a las 6.00 horas– y que también prepara algunas sesiones de tardeo sabatinas.

«Es la primera vez en 20 años que ocurre un incidente grave», trasladaron en conversación telefónica con EL CORREO. «Todavía es pronto y no sabemos exactamente qué es lo que ocurrió. Pero lo que sí podemos decir es que nuestra clientela tiene una media de edad de 30 a 55 años y no es un perfil conflictivo, para nada», añadieron las mismas fuentes.

El establecimiento hostelero cuenta de manera habitual con un servicio de ocho personas que se encargan de preservar la seguridad. Cuatro de ellas se encuentran normalmente en el interior del propio local, mientras que los restantes cuatro se sitúan en el acceso para tratar de impedir la entrada al mismo de personas que consideren que no se encuentran en un estado óptimo. Algunos arrastran fama de expeditivos.

Por la ubicación del local en la planta baja del centro comercial Dendaraba, las cámaras de seguridad de este complejo se plantean como un factor clave para que la Ertzaintza pueda llevar a cabo su investigación y descubrir cómo se desarrollaron los hechos que terminaron con la muerte de K. V.