El presunto asesino de Pilar Arbulo declara en el Palacio de Justicia de Vitoria
Todo apunta a que hoy mismo entrará en la cárcel de Zaballa como preso preventivo, donde ya se encuentra su supuesto cómplice por otra causa
El supuesto autor material del homicidio de Pilar Arbulo, la vecina de Aranbizkarra que falleció el martes, 14 de mayo, tras ser asaltada en el ... ascensor de su portal, ya está declarando en el Palacio de Justicia de Vitoria ante la titular del Juzgado de Instrucción 2, que se ha hecho cargo del caso. Fuentes consultadas deslizan que, una vez concluya su testifical, este varón de 33 años será enviado casi con total seguridad al centro penitenciario de Álava, conocido popularmente como Zaballa, en calidad de preso preventivo.
Allí coincidirá con su presunto cómplice, un joven de 25 años que se encuentra interno desde el martes 21 por otra causa. Este segundo implicado también tendrá que visitar el Palacio de Justicia en fechas próximas para que la jueza de instrucción conozca su versión de los hechos.
En comisaría, el sospechoso de 33 años confesó haber golpeado en el rostro a Pilar. Aquel golpe, o golpes, resultaron funestos ya que dos días después esta mujer falleció en la UCI de Santiago. Tenía 75 años y hacía una década que había vuelto a Vitoria tras pasar media vida en Francia. Quedaría por ver si el sospechoso se ratifica o no en sede judicial.
Otros atracos
Los dos investigados proceden de Europa del Este y cuentan con un «amplio» historial delictivo. De hecho, la Policía autonómica sospecha que ambos podrían andar detrás de decenas de casos similares de asaltos a personas mayores en Vitoria. De hecho, aquel domingo 12 de mayo, antes de seguir a Pilar hasta su portal en el número 3 de la calle Hortaleza, ambos varones actuaron antes en, al menos, dos ocasiones.
En este sentido, la Ertzaintza y la Policía Local, cuerpo que dio la clave para señalar a ambos sospechosos, llevan desde el viernes, fecha del arresto del hombre de 33 años, revisando denuncias con casos similares registradas en las últimas semanas.
Su 'modus operandi' siempre era «el mismo», según medios policiales. Se metían en el ascensor con la víctima, siempre una persona mayor. Con la excusa de que necesitaban agua, entraban juntos a su domicilio. Una vez dentro, uno entretenía al propietario y el otro robaba lo que podía.
Sin embargo, Pilar algo se olió en el ascensor. Según comentaría ella a los vecinos y policías que le atendieron cuando aún estaba consciente, se resistió y fue atacada. Dos días después falleció en una cama del hospital Santiago.
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