Un caso en un centro de día de Álava vuelve a disparar el temor al contagio de mayores
El positivo de un empleado de Bizia envía a casa a sus compañeros y a 24 usuarios. El servicio seguirá cerrado hasta que se les hagan pruebas PCR
La segunda oleada del coronavirus empieza a coger altura y registra tantos casos como en la etapa de confinamiento. Es por ello que las ... autoridades en Álava extreman la precaución para que sus efectos no sean tan devastadores como en primavera. Sobre todo preocupa la situación de los mayores, por lo que se intentan tomar medidas inmediatas para limitar la posibilidad de contagio. Un positivo entre la plantilla del centro de día Bizia -en el barrio vitoriano de Txagorritxu- ha disparado este lunes todas las alertas en la Diputación. De forma inmediata, se devolvió a sus usuarios a casa, como ha adelantado en exclusiva este periódico. Estos, al igual que los trabajadores, tendrán que permanecer aislados y someterse a pruebas PCR para conocer si son portadores del patógeno. Hasta que sus resultados no sean negativos, este equipamiento especializado en psicogeriatría -personas con demencias, Alzhéimer o algunas clases de depresiones- permanecerá clausurado.
Una medida asumida por «precaución» para evitar que se repita la pesadilla -el virus acabó con la vida de 140 internos en residencias del territorio entre marzo y junio- y más aún siendo testigos de que el panorama en Vitoria vuelve a complicarse, como la pasada semana advirtió Osakidetza. «Todos los usuarios han utilizado mascarilla quirúrgica durante su estancia en el centro y el personal profesional ha hecho uso de los materiales de seguridad de manera perceptiva. A pesar de ello, el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) ha decidido cerrar la instalación hasta la realización de los test a las 24 personas usuarias y al conjunto del personal», subrayaron sus portavoces. De momento, se procederá a la desinfección de estas instalaciones situadas en la calle Pablo Neruda.
En Bizia, y a diferencia de los dos positivos registrados la semana pasada con dos trabajadoras de los geriátricos de Ariznabarra y Albertia Centro, se ha decidido dar un paso más. Entonces se valoró que en ambos casos no se había registrado un contacto estrecho o prolongado con las personas mayores, algo que -«de momento», matizan sus compañeros- se refleja en que no se han detectado contagios. Ahora, sin embargo, nadie volverá hasta que se descarte la infección. No es la primera vez que se actúa de esta manera tan contundente en la red foral. Primero fue en el centro de día Txagorritxu -otro distinto situado en el mismo barrio- y luego, en el Zadorra de Abetxuko. Se envió de vuelta a casa a todos los usuarios y al personal en cuanto se detectó un caso, aunque en ambas ocasiones finalmente resultaron ser 'falsos positivos'. Pese a esta experiencia, la cautela sigue imperando en esta segunda oleada y se prefiere excederse con medidas preventivas contra los contagios que pecar de tibieza, por lo que las personas mayores tendrán que permanecer en sus domicilios.
Cribados
La primera experiencia con el Covid-19 demostró que los ancianos, sobre todo aquellos con patologías previas, son sus principales víctimas, así que la idea es adelantarse en esta segunda ocasión y no permitir que vuelva a campar a sus anchas. Por eso, Osakidetza procederá a realizar más de 2.000 pruebas PCR entre los trabajadores y usuarios de los geriátricos de Álava. Una iniciativa similar a la que se desarrolla en Bizkaia y que ya ha detectado ocho internos asintomáticos en una residencia, que inmediatamente han sido aislados, y otros tres que están hospitalizados.
En el caso alavés, se realizará el cribado en los centros tanto públicos como concertados y privados situados en Vitoria. Una circunstancia que ha provocado las quejas por parte de los sindicatos para que se extienda al resto del territorio, ya que muchos de trabajadores llegan desde Vitoria y, por lo tanto, también cuentan con las mismas probabilidades.
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