Una plaza vacía despide las 'no fiestas' de La Blanca

La Policía Local y la Ertzaintza establecieron en la noche del domingo once puntos de control dentro de un dispositivo especial para evitar aglomeraciones o cualquier otro incumplimiento de las medidas sanitarias establecidas para luchar contra la pandemia que ha obligado a suspender las fiestas patronales de Vitoria. Los controles se realizaron coincidiendo con el que hubiera sido el acto de cierre de los actos de La Blanca, la Subida de Celedón.

El despliegue se activó desde las 23.00 hasta 1.30 horas para acotar la Virgen Blanca. Dos horas y medias en las que se restringía el acceso en las calles Prado, Diputación, Herrería, Zapatería, Correría, Mateo Moraza, Plaza España, Postas y la plaza General Loma. Ni se podía acudir a la balconada de San Miguel, tampoco desde Los Arquillos.

Dentro del área restringida podían circular autobuses, taxis, vehículos de emergencia y con autorización de acceso. También aquellos que tenían que acceder a su garaje. Además, los vecinos podían acceder a su domicilio y se facilitaba la salida de los clientes de los locales hosteleros dentro de la zona acotada.

Fue un operativo similar al desplegado el pasado 4 de agosto, con el que se impidió con éxito cualquier tipo de altercado durante las horas en las que se hubiese celebrado el Chupinazo y la Bajada de Celedón, actos que cada año dan comienzo a las fiestas de La Blanca. «La ciudadanía vitoriana ha respondido estos días con responsabilidad y sentido común», ha resaltado Marian Gutiérrez, concejala de Seguridad Ciudadana.