Agresiones sexuales en Euskadi

Piden 26 años al hombre que secuestró y violó durante una semana a su ex en una lonja en Vitoria

Sin embargo, la vista oral duró muy poco. Tanto la fiscal Camino Méndez como el acusador particular, Fede Saracibar, no tuvieron más remedio que solicitar un aplazamiento. La víctima se encuentra ingresada en un centro psiquiátrico, donde permanecerá aún varios días. Sufre de trastorno de personalidad, entre otras patologías, una sintomatología que empeoró desde su rapto, ocurrido hace un par de años. Al presidente de la sala, el magistrado Jesús Poncela, no le quedó otra que posponer este juicio por violencia de género hasta finales de mes.

Se trata de uno de los episodios machistas más graves aflorados en los últimos tiempos en nuestra provincia. Entre el 25 y el 31 de mayo de 2022, este vecino de 45 años «con antecedentes» presuntamente secuestró y forzó a la que fue su pareja sentimental en una lonja del Casco Viejo de Vitoria. Pese a que no podía acercarse a ella por orden judicial –cuenta con tres condenas previas– la abordó por la calle.

«Voy a violar a tu hija, que sé que es virgen. Ya sabes dónde tienes que ir», le dijo, según el relato esbozado por la víctima, con la que en septiembre de 2021 inició una relación de ida y vuelta. La amenaza surtió efecto. «Atemorizada», le acompañó hasta la lonja, donde permaneció retenida contra su voluntad en un lugar inhabitable, rodeada de basura, sin cuarto de baño y con un colchón como único mueble. Aparte de quitarle el móvil y mantenerla encerrada bajo llave, durante esa semana de cautiverio sólo le dio alcohol, mezcla perniciosa para esta mujer, con «un trastorno por consumo» de esa droga legal.

A lo largo de esas jornadas de pesadilla, asegura el escrito fiscal, los golpes y amenazas para forzarla sexualmente fueron constantes. «Si no lo haces va a haber consecuencias para ti y para tus hijos, sé quiénes son y dónde viven, voy a ir a por ellos. Pertenezco a comandos terroristas de Argelia», le soltaba para conseguir su sumisión.

El 31 de mayo, el acusado la permitió salir porque tenía cita médica y temía que, al no comparecer, hubiera un aviso a la Policía. El caso salió a la luz gracias a un agente local fuera de servicio que les vio discutir y, a él, darle una bofetada. Persiguió al agresor y lo retuvo hasta la llegada de refuerzos.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria decretó su prisión preventiva. Hace unos días, tras casi dos años entre rejas, la Justicia amplió esa condición otro año y medio más. Antes llegará la sentencia de la Audiencia Provincial de Álava.