Vitoria saca de las aceras a los 1.300 patinetes eléctricos sin decidir por dónde deben circular

Se trata, sin embargo, de una medida de carácter provisional. El Ayuntamiento continúa con la preparación de la ordenanza, que espera tener lista a lo largo del próximo mes. Una vez obtenga el visto bueno jurídico y se apruebe en Junta de Gobierno, deberá recibir el respaldo del Pleno, por lo que no entrará en vigor al menos hasta marzo. Durante ese paréntesis, los ciudadanos deberán cumplir a rajatabla el documento de la DGT, que considera los patinetes eléctricos como vehículos y prohíbe su uso en las aceras y calles peatonales.

A pesar de que la restricción se aplicará desde el mismo sábado, la Policía Local iniciará una «campaña de concienciación» para advertir a los usuarios de patinetes que deben abandonar las aceras. La labor «pedagógica», como la definió el alcalde, Gorka Urtaran, durará «unos días» antes de que los agentes comiencen a sancionar, en una fecha aún indeterminada. Las infracciones acarrearán una multa de 200 euros por emplear la vía incorrecta. Además, los conductores estarán obligados a someterse al control de alcoholemia y drogas (entre 500 y mil euros en caso de positivo).

La aplicación de la nueva norma, sin embargo, estará sujeta al texto que apruebe el Gabinete Urtaran de cara a la primavera, que no contradirá a la DGT, pero sí será más específico y restrictivo. Al menos, así lo era su boceto inicial, presentado hace poco más de un año. El Gabinete Urtaran espera resolver el galimatías de qué tipo de carril podrán ocupar los diferentes tipos de artilugios, ya que existe un abismo entre los patines más compactos y los de mayor envergadura, o las propias bicicletas que, en teoría, también tendrán que abandonar las aceras. Además, será el propio gobierno municipal el que decida sobre la obligatoriedad del casco, que en ese caso, también conllevaría una multa de 200 euros.

En definitiva, a partir del sábado, los 1.300 patinetes eléctricos que puedan superar los 6 km/h censados en Vitoria -la inmensa mayoría, salvo los infantiles- podrán circular por la calzada de las calles 20, 30 y 50 -el resto- y por los bidegorris, sin que influya su potencia. En este aspecto, es probable que la ordenanza de Vitoria sea más dura y detallada, según anunció la antigua concejala de Movilidad, Amaia Barredo (PNV), junto al alcalde. En aquel planteamiento inicial, el Ayuntamiento prohibía a los patinetes, incluso a los más rápidos, circular por las calles 50 -la Avenida de Gasteiz, por ejemplo- por motivos de seguridad. Solo las vías 30 estarían abiertas a todos los tipos de vehículos de movilidad personal (VMP). Los patinetes de potencia intermedia, de menos de 25 kilos de peso y hasta 20 km/h, también tenían en aquel boceto habilitados los bicicarriles.

En cualquier caso, los patinetes eléctricos convencionales no podrán superar desde el sábado los 25 kilómetros por hora, de acuerdo con la modificación del Gobierno central. Se trata de una velocidad apta para las calles 30 -no tanto para los bicicarriles urbanos-, pero muy inferior al límite de 50 de otras calles. Este era, de hecho, uno de los motivos por los que el Ayuntamiento abogaba por retirarlos de este tipo de vías, ya que circularían de manera mucho más lenta que los coches, lo que podría poner en riesgo su seguridad. Los patinetes eléctricos, no obstante, tendrán también prohibido el uso de vías interurbanas y, por supuesto, de autopistas y autovías, por motivos similares.

Urtaran afirmó que aplicará la normativa de la DGT «en aras de adaptarse» al marco general. No obstante, puso en valor la elaboración de la ordenanza propia, prevista para el pasado verano-otoño, y que ha sufrido numerosos retrasos hasta encontrarse con la última modificación de Tráfico y la necesidad de ser retocada. «A partir del sábado, los patinetes eléctricos podrán circular por todas las vías excepto las aceras, y la ordenanza ofrecerá después todos los detalles», concluyó.