A la visita inaugural con el historiador Santiago Arcediano estuvieron invitados representantes municipales y parlamentarios. IGOR AIZPURU

Un pedazo de Versalles en el centro de Vitoria

El parque de La Florida descubre su inspiración francesa en unas visitas guiadas por sus 201 años. Las rutas se detienen también en el Parlamento vasco, que cumple 41

Miércoles, 30 de junio 2021, 18:21

En la historia del edificio que se levanta a la orilla del parque de La Florida, en el solar del antiguo convento de Santa Clara, ... han irrumpido ya dos pandemias. La primera, a mediados del siglo XIX, obligó a retrasar unos cuantos meses su apertura como instituto de enseñanza media. La segunda, en 2020, se llevó por delante la celebración de su cuarenta aniversario como sede del Parlamento vasco y también el bicentenario del pulmón verde de más de tres hectáreas que rodea a esta institución. Una casualidad, cosas del destino, que el historiador y colaborador de EL CORREO Santiago Arcediano rescató este miércoles entre las anécdotas que salpicó durante una visita guiada por este espacio natural en mitad del asfalto. Entre quienes le seguían había representantes municipales, con el alcalde Gorka Urtaran a la cabeza, y parlamentarios, incluida su presidenta, Bakartxo Tejeria, pero desde el día 1 y hasta el jueves 15 cualquiera puede apuntarse a las rutas gratuitas organizadas por la Oficina de Turismo.

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El parque de La Florida, aseguró el experto, «no se puede entender» sin el inmueble que albergó al centro educativo. Los jardines se inauguraron en 1820 para sustituir al espolón -que se extendía por las calles Prado y Diputación- y no tardaron mucho en ampliarse, apenas tres décadas y media, precisamente sobre las huertas del convento. «Fue una reforma muy geométrica, influida por la cultura francesa, al estilo de lo que había en palacios como el de Versalles», retrató Arcediano. Se trajeron plantas y arbustos del país vecino para nutrir su diseño «laberíntico» donde hoy crecen unas 250 especies. Hay tejo, nogal negro americano, haya de hoja de helecho, cedro del Himalaya... También se hallaba el llamado árbol del amor, un 'cercis siliquastrum' ya desaparecido, ya que a su alrededor «se daban siete vueltas para encontrar pareja».

En este enorme espacio verde, donde algunos ejemplares se colocaban de forma estratégica para tapar las fachadas, se abrió incluso un invernadero -duró casi dos décadas, hasta 1890- y se evidenció que, ya entonces, los parques «no sólo tenían un componente de ocio sino también educativo». El historiador puso como ejemplo la fiesta del árbol que, al final de cada primavera o principio del verano, reunía a los escolares de diferentes centros para realizar plantaciones. «Había una cultura ecológica», destacó en un alto junto a la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, otro símbolo de la zona, estrenada en 1976. El edificio conectaba visualmente con la biblioteca del antiguo instituto, cuyas estanterías estaban repletos de «libros en francés».

Truchas y churros

En La Florida han transcurrido muchas lecturas y también conciertos, con el quiosco como epicentro musical. El templete, uno de los primeros de Euskadi, se inauguró justo antes de las fiestas de Vitoria de 1890 pero para entonces ya estaban allí, a su alrededor, Ataulfo, Sigerico, Liuva I y Theudis, cuatro del centenar de estatuas de los reyes godos que aspiraba a decorar el Palacio Real, en Madrid, y que Carlos III repartió por la geografía española. Cada una pesa tres toneladas de piedra caliza, aunque se quisieron esculpir en mármol, y llegó «en carros» dividida en dos partes. En el parque, en cambio, no han resistido al paso del tiempo el vivero de truchas o la churrería que atendía junto a la gasolinera Goya, a la que «se decía que iban las casas gremiales pero también había gente encopetada».

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Las visitas guiadas que arrancan este jueves -previa inscripción online en turismo@vitoria-gasteiz.org o por teléfono, 945 161 598 y 945 161 599- están abiertas a todo el público y se detienen también en el exterior del edificio neoclásico. La Cámara vasca tiene allí su sede desde 1980 tras una profunda reforma que respetó la fachada del antiguo instituto de enseñanza media.

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