Entrada de las nuevas urgencias de Txagorritxu. blanca castillo
HUA Txagorritxu

Los pacientes de las nuevas Urgencias elogian su modernidad pero se lían con los accesos

Santiago aún atenderá unos días a quienes lleguen a pie, aunque poco a poco los irá remitiendo a Txagorritxu

jon ander goitia y jesús nicolás

Jueves, 3 de febrero 2022, 00:44

Las nuevas Urgencias del HUA Txagorritxu respiran desde ayer a pleno pulmón. El mayor hospital de Álava pone en marcha sus modernas instalaciones con la ... tarea de centralizar gran parte de las asistencias indemorables del territorio. Se prepara para atender más de 300 emergencias al día, lo que supone absorber buena parte de la atención de Santiago. Las Urgencias de este segundo hospital quedarán sólo para pacientes derivados por sus médicos o que lleguen en ambulancia. Y aunque estaba previsto que la fusión comenzase ayer mismo, será paulatina. Santiago todavía prestó asistencia a los ciudadanos que se acercaron a pie hasta el centro médico del corazón de Vitoria. Irá reduciendo esa atención durante 3 semanas.

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Puntuales, las nuevas Urgencias echaron a andar a las 8.00 horas, una vez se completó la mudanza del equipo material, personal y de pacientes. Las dos únicas personas que ocupaban cama en los boxes del antiguo edificio estrenaron de madrugada esos 3.500 metros cuadrados. Y a pesar de la frenética actividad que envuelve estos espacios, donde es habitual ver llegar pacientes con cuadros graves, se podría decir que afortunadamente la jornada de se desarrolló sin grandes sobresaltos.

La afluencia aumentó algo a mediodía, lo que favoreció que los profesionales pudiesen familiarizarse durante las primeras horas con la que a partir de ahora será su nueva casa, dotada con 40 boxes, 15 consultas médicas y 18 puntos de observación. «Son enormes y están equipadas con las últimas tecnologías», defendió el gerente de la OSI Araba, Txema Pérez.

«Es mucho más moderno y amplio. El cambio es muy grande en comparación con el antiguo edificio»

Julia Gómez

Paciente en Txagorritxu

«Cambia el edificio, pero el resto sigue igual: la atención sigue siendo muy buena»

Eugenio Freile

Acompañante

Una opinión compartida por la ciudadanía en esta primera toma de contacto. La valoración general fue de agrado. «Es mucho más moderno y amplio», apuntaron a la salida. «El cambio es muy grande, en comparación con el antiguo edificio», describió Julia Gómez, la primera paciente de traumatología. No es la primera vez que se adentraba en las entrañas de este edificio acristalado, pero esta vez sí que pudo conocerlo más a fondo. «Vine cuando me pusieron la tercera dosis de la vacuna y apenas pude ver la sala de espera. Es asombroso, esperamos que funcione bien», deseó tras su primer día.

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Lo que todos tuvieron claro es que ayer únicamente se cambiaba de ubicación. «El resto es igual que antes. La atención sigue siendo muy buena. Llegas a la puerta y tienes a los celadores esperándote y preparados para asistirte», elogió Eugenio Freile, que había acompañado a su mujer por un fuerte dolor. Pocos llegaron a pie. Alrededor de las 8.40 horas se levantó por primera vez la barrera a una ambulancia que enfiló la marcha a la llegada de las urgencias. En la puerta aguardaba un equipo de celadores que derivó al paciente a la planta menos uno, donde se encuentran las nuevas instalaciones del servicio.

«¿Por dónde entro?»

Otro grupo de pacientes llegó en coche y se topó de lleno con el gran quebradero de cabeza. Con la reapertura del edificio se rediseñó el plano de acceso rodado a todo el hospital. Aquellos que lleguen en coche por la calle José Atxotegi ya no entrarán por la primera puerta, como hasta ahora, sino que lo deberán hacer por la segunda, a unos veinte metros.

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Sin embargo, este cambio pilló a muchos por sorpresa y el desconcierto fue total. Hasta tal punto que los vigilantes tuvieron que regular el tráfico y colocar vallas para 'guiar' a los conductores, que se acumulaban y se perdían en la entrada. «¿Por dónde tengo que entrar?», preguntaba un usuario. No fue el único. «Hay bastante confusión. La gente está desorientada por el cambio», reconocía un trabajador en la zona.

Los vigilantes tuvieron que dirigir el tráfico rodado después de modificar los accesos al hospital

Desconcierto de los conductores

Vallas y nuevas señales

Mientras, la estampa en el corazón de la ciudad, en la calle Olaguíbel, era de cierta normalidad. Y en todos los sentidos, porque Santiago vivió una jornada casi como las de antes. La idea es que en este punto solo se atiendan las urgencias llegadas en ambulancia o derivadas por un especialista, el resto se remitirá a Txagorritxu. Sin embargo, el cambio, como ayer se pudo comprobar, aún no es del todo efectivo. Hubo atención directa. Eso sí, se ha notado en los últimos días que más gente acude a Txagorritxu y menos este segundo espacio, según aseguraron fuentes sanitarias.

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Cierre de Santiago

La medida sigue sin contar con el respaldo de la gente. «Que me lo cierren ahora es una faena. A mí me da mucha más seguridad y tranquilidad tener las Urgencias cerca de casa», comentaron Jose Luis Calleja y María Teresa Castro, en la puerta del centro médico. Jon Ander Abásolo se encontró de sopetón con la noticia. Acababa de tener un accidente de tráfico y acudió a que le atendiesen. «He pasado a la sala de espera, los enfermeros me han visto el brazo y me lo han vendado», apuntó a la salida.

«Que me lo cierren ahora es una faena. Amí me da mucha más seguridad tener las urgencias cerca»

José Calleja y María Teresa Castro

Cierre de Santiago

«He pasado a la sala de espera y me han vendado el brazo», comentaba tras ser atendido en Santiago

Jon Ander Abásolo

Tras un accidente

Los pasos para ir poco a poco ocupando el nuevo edificio acristalado se van consumando. Los niños fueron los primeros en estrenar las instalaciones con las Urgencias pediátricas a finales de noviembre. A ellos le siguieron los pacientes críticos cuando se abrió la planta de UCIs, con 31 boxes. En este caso se decidió mantener las camas del viejo edificio para garantizar la respuesta hasta que remita la pandemia. No es el único cambio al que ha obligado el covid. Los niños de entre 5 y 11 años recibieron aquí su primer pinchazo y los mayores de 60 la dosis de refuerzo. La vacunación pasará ahora a las viejas urgencias de Txagorritxu.

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En la tercera planta se instalarán los servicios materno infantiles. Una más arriba estarán los quirófanos y la recuperación anestésica y encima todas las instalaciones y la central de procesamiento de datos.

Una entrada más directa y un aparcamiento con 130 plazas

Rosa Cancho.

Txagorritxu recupera su acceso original, el sentido de circulación dentro del recinto y el parking gratuito controlado por barreras. La entrada constante máquinas y camiones para la construcción del edificio de servicios centrales, columna vertebral del HUA, obligó a cerrar la puerta por la que todo el mundo estaba acostumbrado a llegar y a dejar fuera de servicio numerosas plazas de aparcamiento, lo que se suplió con la apertura de un estacionamiento para trabajadores en el solar donde aterrizaba el helicóptero y otro para pacientes junto a Consultas Externas.

Ahora todo vuelve a ser parecido. Desde la rotonda del Bulevar de Euskal Herria con Duque de Wellington se accede a José Atxótegi y se entra por la segunda puerta. Si es necesario se puede acceder en coche hasta la puerta de Urgencias. Se sigue adelante y se gira a la derecha. Hay un parking con barrera con unas 130 plazas. Si se desea salir se debe pasar por delante del edificio de oncorradioterapia en dirección a la cafetería, los hospitales de día y finalmente la puerta principal.

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