Los niños y adolescentes reclaman que se les escuche

«Nosotros trabajamos con esas ciudades amigas de la infancia y con las escuelas y pretendemos ir transformando la sociedad», explica Isidro Elezgarai, presidente de Unicef Euskadi. Elezgarai ve necesario dotar a los jóvenes de mayor autonomía a la hora de organizarse. «Los niños tienen su derecho a ser escuchados, a decidir no ir a un sitio a pesar de que hayas planificado su vida. Eso hay que hacerlo con él porque es una parte de sus derechos». Aunque recuerda que también tienen sus obligaciones. «La primera es la del estudio».

De esta manera pretenden «darles voz y palabra y desde ahí aprenden a compartir experiencias. Lo que significa la solidaridad, el respeto al diferente, la igualdad de género, la defensa del ecologismo...». Temas en los que a juicio de Elezgarai «los mayores tenemos que poner orejas para atender y entender lo que esta generación quiere cambiar». Para conseguir la transformación «las redes sociales son un elemento clave de participación de futuro». Lo es hasta tal punto que la ONU está trabajando para convertir el acceso a las tecnologías en un nuevo derecho, ya que «en este siglo el que no tenga acceso a ello va a perder la posibilidad de tener un futuro». Aunque, como en todas las cosas, sucede que «depende para qué las utilicen, hay un montón de mala gente y hay que tener precauciones».

El presidente defiende que los pequeños participen y critica mensajes que aún forman parte de nuestra cultura como 'calla, que todavía eres muy pequeño' o 'calla, que no sabes de eso'. «Son expresiones que no deberíamos utilizar en el siglo XXI». Según sostiene Elezgarai, «está cambiando mucho la educación, pero igual no lo suficientemente rápido para entender que el niño es un ser de pleno derecho». Y mira atrás en el tiempo y apunta que «ha habido una generación que viene de la zapatilla voladora. Eso atenta contra los derechos de la infancia, pero para nosotros ha sido algo natural. Es algo que cada vez se hace menos y hay que corregir».