Una Navidad vitoriana más plural

La Navidad vitoriana quiere ser inclusiva, y así quedó demostrado ayer durante la lectura del pregón en la parroquia de Los Ángeles. El abogado bilbaíno pero vitoriano de adopción Javier Otaola fue el encargado de prender la llama de las celebraciones en su condición de miembro de la Iglesia Anglicana. También representantes de las corrientes ortodoxa y evangélica de la ciudad fueron invitados a un acto por primera vez con marcado carácter ecuménico.

«Para mí es un honor y una alegría haber sido elegido para la lectura del pregón, me parece un gesto muy bonito», agradecía Otaola a la Asociación Belenista de Álava, la organizadora del acto que este año celebra su trigésimo primera edición. «Todos los cristianos, cualquiera que sea su denominación, tienen muchísimos elementos comunes, las diferencias son secundarias. Y precisamente la Navidad es una de las similitudes centrales», reivindica el que fuera Defensor del Vecino en la capital alavesa. En el caso de los anglicanos las celebraciones de estos días son exactamente iguales, con la diferencia de que no se utiliza la palabra misa sino que se habla de eucaristía o culto y que su calendario tiene trece días de retraso con respecto al general gregoriano.

Javier Otaola considera «lógico» que el acto en Los Ángeles se abriera a otras confesiones debido a que «vivimos en un mundo plural, en el que la gente viaja y conoce otras tradiciones». En este sentido, subraya que el cristianismo «es uno de los elementos identitarios de la tradición europea. Pero tiene diferentes versiones, todas ellas con particularidades pero basadas en una misma fe». Si hace años esta inclusión en la lectura del pregón podría resultar chocante, ahora está convencido que esos prejuicios se han superado.

Durante su discurso, el escritor y cofundador de la logia masónica Manuel Iradier hizo referencia a la Navidad más allá de su sentido religioso. «Tiene una lectura civil o laica, que es inclusiva y para nada contradictoria. Me refiero a ese carácter más liviano en el que se celebran los vínculos familiares o el paso del año. Hablamos de navidades en plural», explica. Otaola defiende que estas celebraciones que trascienden la fe religiosa son «muy legítimas» y que «todos debemos reencontrarnos en ese espacio».

Sobre el altar estuvo acompañado por el coro femenino Voces Inquietas, fundado por Antxon Lete y que ahora dirige Maite Vicuña con Elena Ibarzabal al piano. Los feligreses escucharon también referencias a la filosofía y a la postmodernidad en la lectura del pregón. Según expresó Otaola, todos los presentes allí hacían frente a la «proclama nihilista de tintes proféticos» del filósofo Friedrich Nietzsche cuando decía aquello de '¡Dios ha muerto!'. Ante eso, «pregonamos que Dios nos ha nacido y se ha hecho carne como nosotros. Un grito de alegría que demuestra que no es cierto que no haya ningún referente ni ningún fondo sobre el que podamos hacer pie».

También incidió en que la Navidad encarna un existencialismo esencial del hombre. «Todos hemos sido niños, ese niño Dios del que celebramos su nacimiento. Todos hemos sido acogidos en un nido de afectos que nos ha permitido sobrevivir y nos ha aportado amor y afecto», señala. «El misterio de la Navidad puede cambiar nuestra manera de estar en el mundo. Darnos una nueva mirada sobre nosotros mismos y sobre los demás, inspirarnos para realizar nuestra mejor identidad y para confrontarnos victoriosamente con la sombra, el mal y la muerte», concluye.