Multas de 12.000 euros por tirar a deshora petardos en Año Nuevo en Vitoria
El lanzamiento de material pirotécnico en la vía pública solo estará permitido durante los primeros 15 minutos del 1 de enero
Las Campanadas, las uvas y el champán han sido tradicionalmente los acompañantes perfectos para despedir un año y recibir el siguiente, pero en las últimas ... décadas está de moda el lanzamiento de fuegos artificiales y petardos, que se ha extendido de forma imparable. Una actividad que en principio parece inofensiva, pero que en la realidad tiene mucha incidencia en personas que padecen, sobre todo, trastornos que les hacen muy sensibles al ruido, así como también en los animales, a los que les asustan las explosiones. Para tratar de minimizar estos riesgos, el Ayuntamiento de Vitoria limitará un año más a un cuarto de hora (de las 0.00 a las 0.15 del 1 de enero) el uso de material pirotécnico en la vía pública. Y quien exceda ese tiempo máximo, se arriesgará a una multa de hasta 12.000 euros.
El bando municipal que regula la «utilización y lanzamiento de artificios pirotécnicos» durante la celebración de entrada en el Año Nuevo refleja que «fuera de dicho espacio temporal» se podrá llevar a cabo la intervención establecida en el artículo 30 de la Ordenanza contra el Ruido y las Vibraciones sobre protección de la seguridad ciudadana.
En dicho punto se indica que «la Policía Local requerirá un cambio de actitud a aquellos ciudadanos en los que aprecie comportamientos notablemente incívicos que redunden en una situación de molestia evidente para el entorno vecinal, pudiendo denunciar dichas actitudes, lo que dará lugar a los correspondientes expedientes sancionadores». No atender a las órdenes de los agentes policiales en ese sentido constituye una «infracción grave» con sanciones que van «de 601 hasta 12.000 euros».
De la misma manera, el bando municipal prohibe expresamente «la venta ambulante de artículos pirotécnicos» por el riesgo para la integridad física (quemaduras, amputaciones, pérdida de audición...) que pueden tener aquellos artificios que no están debidamente homologados o testados.
Pero, más allá de la amenaza que sufren las propias personas que tiran petardos, el ruido de los mismos tiene especial incidencia en algunos colectivos, como pueden ser personas que sufren trastorno del espectro autista o también nerviosos y cardíacos, además de quienes tienen hipersensibilidad al ruido. Episodios de angustia, ansiedad o estrés son comunes entre estos perfiles, que llevan años reclamando que se prohiba el lanzamiento de artificios. Una petición que también secundan los colectivos animalistas.
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