Muere calcinado un hombre en un bajo que 'okupaba' en el pueblo de Aretxabaleta
El local, que forma parte de un edificio donde el Ayuntamiento es dueño del 75%, pertenecía a una entidad bancaria
Un hombre ha muerto este miércoles como consecuencia de un incendio en la planta baja de un edificio en la calle Erentxun del pueblo de Aretxabaleta, que forma parte del municipio de Vitoria. A mediodía, el 112 ha sido alertado de que un incendio en el lugar que, al llegar a la zona, ya se había extinguido. Al acceder al inmueble han descubierto el cuerpo de un hombre «afectado por el fuego».
Fuentes consultadas por este periódico explican que se trataba de un trastero de unas viviendas deshabitadas tras los realojos que lideró el Ayuntamiento de Vitoria. Esta institución, a través de la sociedad municipal Ensanche 21, es propietaria de nueve de las doce viviendas del inmueble afectado, pero este jueves ha certificado que este trastero es propiedad de una entidad bancaria. En todo caso, el Consistorio indicó, tras lamentar la muerte, que técnicos municipales «realizan visitas de supervisión de los inmuebles de su propiedad» de forma periódica, y que en las últimas giradas a este barrio del sur de la ciudad no se apreció ninguna anomalía.
Tras el incendio que este miércoles acabó con la vida de un hombre, una delegación del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria, más forenses, acudieron al enclave para levantar el cadáver mientras se siguen investigando las causas de las llamas. Y es que aún se desconoce cuándo había tenido lugar el siniestro.
Para sorpresa de los investigadores, ningún vecino oyó ni vio nada extraño en la madrugada del miércoles, cuando se supone que tuvo lugar el incendio de consecuencias trágicas. Hacia las 23.30 horas del martes, sí hubo una visita de los bomberos al mismo inmueble, pero motivada por una fuga de agua. En ese momento, los efectivos desplazados al lugar no apreciaron nada extraño, ni llamas ni humo. De hecho, hasta una llamada al 112 a media mañana de este miércoles no se ha constatado el fuego. Cuando los bomberos accedieron al bajo, ya no se podía hacer nada por salvar la vida de la víctima.
No se trata del único inmueble de este barrio donde residen desconocidos, ya que -como se supo este lunes- en la calle San Miguel hay 'okupas'.