Lee Rocker, bonitas canciones con mal sonido
El contrabajista de los Stray Cats dio de madrugada un bolo con buenos rocanroles pero perjudicados por la ecualización y el poco rodaje de la banda, exceptuando a su guitarrista BBuzz Campbell
No dio un concierto satisfactorio nuestro admirado contrabajista Lee Rocker, nacido Leon Drucker hace 63 años en Long Island, Nueva York. Él remató la primera ... jornada del Azkena Rock Festival pero se quedó corta debido a estas razones: la acústica no fue buena y la ecualización superpuso por encima del resto de los instrumentos a su grave contrabajo (que por otro lado sonó mate, sin vibración), su voz no es comparable con la de su compañero Brian Setzer, el líder de The Stray Cats, el trío por el que Lee se hizo famoso en los 80 (y muchas de cuyas canciones sigue interpretando hoy día), quizás sobrara el piano de la alineación, y el cuarteto no parecía muy engrasado o rodado (el baterista carente de carisma parecía que no se sabía alguna canción, aunque por el contrario brilló el guitarrista Buzz Campbell, ex Sha Na Na y desde 2003 con Rocker).
El concierto de madrugada arbitró 16 canciones en 69 minutos. De ellas, siete clásicos de los Stray Cats, tres para arrancar (la mejor 'Stray Cat Strut', el swing del contoneo felino, y la peor la inaugural 'Runaway boys' porque el resultado sónico fue un desastrillo) y cuatro por el final, mucho mejores resueltas y muy coreadas por el público, desde la balada adolescente muy fifties o 50s 'I Won't Stand in Your Way' hasta 'Rumble in Brighton', un rock y roll severo y tan amenazador como un F-35 penetrando en el cielo de Irán (y no, Lee Rocker no tocó el viejo punk-a-billy de los Stray Cats 'Storm the embassy', su denuncia del secuestro de la Embajada USA en Teherán por las huestes del ayatolá Jomeini, que siguen dando guerra), pasando por un 'Rock This Town' con acelerado sustrato swing.
Lee Rocker, que se declaró feliz por volver al ARF (ya estuvo con los Stray Cats en 2019, en su gira de reunión), lució buena pinta en escena (chupa de los Stray Cats, gafas de pasta, tupé engominado y cortado a navaja, bigote muy de Scorsese, aros en las orejas...), tocó muy bien el contrabajo (es que es músico cultivado en la clásica, por ejemplo domina el chelo, pero este jueves su instrumento sonó alto y mal) y cantó bastante bien también las dos canciones que interpretó con guitarra acústica, 'The Last Offline Lovers', de su último álbum, 'Gather round' (2021), que sonó crepuscular, gótica y peliculera, más 'Memphis Freeze'.
El resto del repertorio variado le mostró reivindicando el primer rockabilly (el popurrí uniendo 'That's All Right / Blue Moon of Kentucky / Night train to Memphis') y Carl Perkins, al que calificó de su amigo antes de versionar 'Honey Don't' (que como casi todo no voló más alto ya saben por qué; por el sonido, sí), rasgando las cuatro cuerdas de su contrabajo como Bill Black, el que iba con Elvis (en el rockabilly boogie). 'Miracle in Memphis'), colando el segundo y último tema de su disco más reciente (la versión del 'Ophelia' de The Band, que tuvo pianola y ahí pareció que el tamborero no la dominaba), versionando el 'Bye Bye Johnny' de Chuck Berry en plan country campero (valga la redundancia), ya modo de bis, tras preguntarnos dos veces si queríamos boogie, marcándose un correcto 'Rock Billy Boogie' de Johnny Burnette (aunque luego la versión más magnética de esta canción la grabó Robert Gordon).
Ya ven, nos quedamos con ganas de más, y eso que el repertorio tenía una potencialidad muy prometedora. Pero ese afán por que sonara el contrabajo por encima de los demás...
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