Los chavales recorrieron los comercios de Vitoria al grito de '¿Truco o trato?'. igor martín
Halloween en Vitoria

«Quiero conseguir más de cien caramelos»

Después del anticipo del sábado, Vitoria se vuelca con la terrorífica noche Halloween con chavales haciendo el 'Truco o trato' por los comercios

Martes, 1 de noviembre 2022, 00:23

Fue caer la noche y de pronto las brujas, los zombies y los vampiros tomaron una ciudad que no faltó a su animada cita con ... Halloween. La lluvia, esa temida pesadilla, parecía querer aguar la fiesta. Pero nada frenó a los vitorianos, que fueron aumentando en número a medida que pasaban las horas. «¿Truco o trato?», se escuchaba por todas partes a los grupos de chavales que recorrieron los comercios para llenar de caramelos las calabazas que llevaban como cesta.

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«Quiero conseguir todas las gominolas que me dé tiempo. ¡Más de cien!», comentaba Unai Arana, que salió con sus amigos. Eran doce, así que el acopio fue colosal. «Teníamos muchísimas ganas de salir y de darnos este dulce atracón. Pero no nos vamos a comer todas de golpe, poco a poco...», comentaba su hermana, Ane Arana, vestida de temida bruja, con escoba y enorme nariz, antes del banquete.

Las familias y los más jóvenes fueron los primeros en retomar la tradición. «Salimos con el mismo disfraz del año pasado. Se le quitan un poco las telarañas y listo», reían David González y Raquel Durán, que vivieron su primer Halloween con la pequeña Lorea. «El sábado también salimos, pero la noche buena es hoy. La pequeña pasa un poco de miedo con los disfraces de la gente, pero también disfruta del ambiente, se lo está pasando bien».

Y más tarde, los chavales se sumaron a la terrorífica cita. La Virgen Blanca vivió un desfile de disfraces de todo tipo. «Estaba entre zombie, vampiro... y al final me decanté por Cupido muerto», aclaraba Dereck Ignacio, con un traje blanco manchado de sangre. «No me ha llevado mucho tiempo, unos veinte minutos», aseguraba, con lentillas verdes y todo. «Hoy la ciudad quiere dar miedo», prometía Erika Vicente, caracterizada de Anabelle.

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Los barrios, disfrazados para la ocasión, también respondieron a la llamada más terrorífica. En Zabalgana las familias disfrutaron por la tarde con talleres y cuentacuentos, para acto seguido aceptar el reto de buscar el fantasma que aguardaba escondido en los comercios. Fue la antesala de la fiesta que se prendió primero con una disco móvil y después con un dj ya de madrugada. La asociación Ibailakua apostó por la misma fórmula, con música para festejar la noche y como broche a una tarde cargada de actividades, con concurso de disfraces y el 'truco o trato' por los comercios. Los pequeños también vivieron Halloween con talleres de manualidades y cuentacuentos.

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