El Gobierno vasco limita su ayuda extra para la rehabilitación a proyectos ya en trámite

Sin embargo, ese nuevo paquete sólo cubrirá las peticiones que se encuentran «en tramitación». Es decir, las que se recibieron antes de que se cerrara el grifo, y no está previsto que se abra un nuevo plazo para aquellos que tuvieran pendiente pedir la subvención.

Las comunidades interesadas en recibir fondos Next para la renovación de sus fachadas, cubiertas o la sustitución de ventanas se dividen en tres grupos. Los que cursaron la solicitud a tiempo y su expediente está en tramitación recibirán la ayuda. Quienes no entraron en la convocatoria y no han puesto en marcha la obra podrán ser derivados a los programas habituales del Gobierno vasco, que cuentan con 35 millones de euros en varios años, mientras que aquellos que sí arrancaron los trabajos deberán esperar a la llegada de más fondos o de una nueva convocatoria, que de momento no está prevista. En ese caso, tampoco contarían con prioridad, ya que las solicitudes se tramitan en orden de entrada.

Este es, precisamente, el grupo de afectados que más preocupa, tanto a las comunidades de vecinos como a los profesionales del sector y al propio Gobierno vasco. Lakua admite que a día de hoy desconoce el número de hogares que se han quedado colgados y su grado de avance. En el caso de Álava, los administradores de fincas cifraron en un millar el número de vecinos que tuvo que parar los proyectos, aunque a día de hoy se ignora cuántas de esas peticiones empezaron a tramitarse y cuántas se encontraban en proceso de presentación.

En cualquier caso, las previsiones para recibir un mayor volumen de fondos pasa por dos vías. Por un lado, que otras comunidades autónomas no agoten el presupuesto asignado. En este sentido, fuentes del departamento de Vivienda aseguran que la proporción de solicitudes para renovar envolventes (cubiertas y fachadas) era mucho mayor que la sustitución de ventanas, que supone una inversión mucho menor. Esto invita a pensar que en otros puntos del país haya una menor demanda, al menos en las obras de mayor envergadura. La otra fuente es la llegada de una mayor financiación comunitaria por medio del Ministerio de Transición Ecológica.

Sin embargo, cabe recordar que los fondos recién agotados tenían un plazo de ejecución de tres años, hasta 2026, una previsión que ha quedado desbordada en apenas un año. En el escenario actual, las ayudas a la rehabilitación, que financian en torno a dos tercios del coste de las obras, llegarán a 15.600 viviendas en todo Euskadi.

En el caso concreto de Vitoria, esta convocatoria se complementa con el ambicioso plan de renovación de Zaramaga, que se encuentra en periodo de redacción de proyectos, y que se cerrará el próximo 30 de noviembre. El barrio verá rehabilitados 32 edificios, que incluyen a unos 600 hogares. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento realizará diversas intervenciones en el espacio público para modernizar el entorno y mejorar la accesibilidad, entre otras cuestiones. El programa cuenta con un presupuesto cercano a los 30 millones de euros, de los que algo más de la mitad se destinará a viviendas.