El Gobierno abre la puerta a hacer el embalse de Barrón al medio año de renunciar
La empresa pública que hasta ahora sufragaba los regadíos ha cambiado y las autoridades vascas reactivarán este proyecto que lleva más de veinte años sobre la mesa
El megaproyecto del embalse de Barrón, pieza principal para el regadío de los Valles Alaveses, resurge de sus cenizas. La empresa estatal Acuaes, que ... iba a sufragarlo junto a la Diputación, comunicó el 21 de enero su renuncia por carta porque acarreaba «un coste económico (superior a los 160 millones de euros) que desborda con mucho los términos financieros previstos». Aquello se entendió por todos, incluso por parte del Gobierno foral, como el punto final para la laguna artificial de 4,3 hectómetros cúbicos que los agricultores consideran imprescindible y el PNV ha impulsado con especial énfasis desde la Administración foral. Entre el confinamiento y la desescalada, cualquier contacto oficial entre las instituciones implicadas se retrasó hasta el 28 de julio -seis meses después de conocerse la comunicación- en una cita en la que, según ha podido saber EL CORREO, sorprendentemente se constató que el plan puede resucitar.
Publicidad
Pues resulta que la reestructuración de ministerios y competencias ejecutada tras la llegada del socialista Pedro Sánchez al Palacio de La Moncloa hizo que la sociedad estatal Acuaes pasase de estar bajo el paraguas de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuyo titular es Luis Planas, al nuevo de Transición Ecológica (Teresa Ribera). Más allá de un mero cambio jerárquico, aquello supuso modificar completamente su cometido por lo que dejó de participar en proyectos de regadío y ahora dedica su presupuesto al abastecimiento y saneamiento urbano. Es decir, Barrón queda fuera de sus competencias y de ahí, la carta de renuncia que enviaron el pasado mes de enero.
Seiasa (Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias) es quien a partir ahora se ocupará de la construcción de embalses y, por eso, se buscará su colaboración para trasladarles el expediente que se ha completado durante casi dos décadas para dar respuesta a las demandas del primer sector y con la firme oposición por parte de grupos ecologistas.
Fuentes que asistieron a la reunión de la comisión de seguimiento de la modernización del regadío de Valles Alaveses, proyecto catalogado de 'interés general', aseguran a este periódico que los representantes del Gobierno central mantuvieron que «el proyecto es técnicamente correcto» y la declaración de impacto ambiental suscrita por el Ministerio de Transición Ecológica es «favorable», aunque incluya medidas correctoras y mejoras que ascienden a 1,13 millones de euros. Así que el único escollo que ahora puede entrometerse en su camino es la dotación presupuestaria -más de 160 millones- en esta nueva época de ajustes por la crisis del coronavirus. Algo evidentemente fundamental.
Publicidad
¿Y ahora qué pasará? Mientras esperan a la respuesta del nuevo interlocutor, la sociedad Seiasa, y Acuaes por fin termina con una parte del proyecto que aún sigue pendiente, las instituciones procederán a la obra en la balsa de Los Castros, que se abastece con los sobrantes del embalse de El Molino, en el municipio de Elburgo. Unos trabajos incluidos en la denominada zona 7 que incluye del plan general de regadío de Valles Alaveses que podrían alargarse durante los cuatro próximos años. Lo que está claro es que la construcción de Barrón vuelve a ser «un proyecto de largo recorrido por su carácter ambicioso» y, además, también porque implica a la Junta de Castilla y León. «Los elefantes se comen a trozos, no puedes hacerlo de un único bocado», responden fuentes del Departamento foral de Agricultura, que dirige el jeltzale Eduardo Aguinaco.
En su contexto
-
4,3 hectómetros cúbicos tendría la balsa que se extendería entre Barrón (Ribera Alta) y Atiega (Añana). Afectaría a cultivos y a la A-4319.
-
Correctoras y mejoras El Ministerio de Transición Ecológica dio su visto bueno a la declaración de impacto ambiental, aunque incluyó medidas correctoras y mejoras que ascienden a 1,13 millones de euros.
-
160 millones Sería el coste de este proyecto que, además de Álava, implicaría a la Junta de Castilla y León. Los agricultores lo ven necesario para contar con agua y, de paso, lograr mantener población.
Victoria disuelta
Con el proyecto otra vez sobre la mesa, la victoria que se habían apuntado los colectivos ecologistas se disuelve. «El embalse, afortunadamente, no se va a construir», se felicitaron cuando se publicó la desconcertante carta de Acuaes en enero. Ellos fueron quienes alertaron del efecto que podría tener la construcción para especies autóctonas de flora y fauna como la mata de pétalos amarillos 'Genista eliassennenii' que crece en una franja entre el norte de Burgos y el este de Navarra. Hasta Unidas Podemos, socio de gobierno de Pedro Sánchez, celebró a través de su diputado Juan López de Uralde que era «una buena noticia para toda la sociedad alavesa». Ahora queda por ver cuál será la reacción de los morados cuando conozcan los últimos avances.
Publicidad
Los agricultores de la zona, por supuesto, no comparten ese punto de vista sobre una balsa que afectaría desde Barrón (Ribera Alta) hasta Atiega (Añana) anegando cultivos y parte de la carretera A-4319, pero garantizaría contar con agua en los meses más secos del año. «El regadío es una forma fundamental de asentar población y generar riqueza», alegó hace mes y medio en Juntas Generales Eduardo Urtaran, responsable de la comunidad de regantes Tumecillo. «Tener capacidad para almacenar agua en pleno cambio climático es fundamental. No sólo para regadíos, sino para los caudales de ríos, la industria o el consumo humano», explicó por su parte el presidente del sindicato agroganadero UAGA, Javier Torre.
Las claves
-
Después de la carta Seis meses se retrasó la reunión de la comisión de seguimiento por el coronavirus
-
Apreciaciones de Madrid Es «técnicamente correcto» y con declaración de impacto ambiental «favorable»
-
Pendientes Se reenviará a la sociedad Seiasa el expediente que se ha desarrollado junto a Acuaes mientras siguen las obras en Elburgo
La balsa queiba a costar 4.900 millones de pesetas
Muchísimo ha llovido desde que en 1998 se empezó a escribir sobre el embalse de Barrón. Tanto como para llenarlo varias veces. Un proyecto que arrancó con un presupuesto calculado de 4.900 millones de pesetas (menos de 30 millones de euros) y que ha necesitado dos décadas para concretarse.
En ese tiempo, las críticas se han multiplicado sobre todo por parte de colectivos ecologistas y los vecinos de la zona, mientras que aquellos que se dedican a la agricultura han insistido en la necesidad de agua que existe. Este proyecto ha contado sobre todo con el respaldo institucional del PNV, que cuando -erróneamente- se pensó que el Gobierno central renunciaba, mostró su desencanto y no dudó en atacar a sus socios socialistas. «Imaginamos que es una medida del acuerdo entre el PSOE y Podemos», sugirió aquel día la portavoz de los jeltzales en las Juntas Generales, Izaskun Moyua, pensando que se le daba 'carpetazo' al trabajo de veinte años.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión