Día de las Bibliotecas
El Gabinete de Lectura, la «biblioteca» de Vitoria que se fundó en 1841 y atesora 4.000 libros con pedigríEl Círculo conserva los fondos de una entidad ilustrada del siglo XIX, la asociación «cultural más antigua» de la ciudad
Lo primero que hace es ponerse los guantes. Después recorre las vitrinas casi como poseído, sabiendo de antemano qué tipo de títulos hay en cada ... estante. «No tengo las gafas, pero por aquí deben estar las obras completas de Castelar», dice Ramón Jiménez Fraile, periodista e historiador que ha pasado ingentes horas de trabajo en la biblioteca del Círculo Vitoriano y ha investigado su historia.
«Es la asociación cultural más antigua y longeva de la ciudad», resalta Jiménez Fraile, que es también socio del club, acerca de uno de los archivos privados con más solera, historia y encanto de la capital alavesa. Su origen se remonta al Gabinete de Lectura, fundado en 1841, por lo que los fondos son anteriores a la propia entidad. Con motivo del Día de las Bibliotecas, que se celebra hoy bajo el lema 'Contra la desinformación', EL CORREO se adentra en la historia de una de esas joyas desconocidas. «Fue la biblioteca de la élite», ahonda el historiador, que junto al comunicador y apasionado de la historia Iñigo Montoya guía la visita por los 200 metros cuadrados que ocupa en el cuarto piso del Círculo Vitoriano. ¿El acceso? Sigue siendo restringido, explica Blanca Nieves de Arana, presidenta del Círculo Vitoriano, que apunta que se plantean reordenar los fondos y organizar visitas, aunque todavía sin un plazo. «Los socios pueden acceder y, siempre que hay investigadores o alguien muy interesado, les permitimos acceder previo aviso», comenta.
3.935 Ejemplares
Más de la mitad son anteriores al año 1900. En el origen de la biblioteca del Círculo se encuentra el Gabinete de Lectura, fundado en 1841 en Vitoria. Fue absorvido por el Círculo en 1884.
En esas vitrinas reposan 3.935 volúmenes, casi la mitad anteriores a 1901. La colección original del Gabinete de Lectura fue absorbida por el Círculo Vitoriano en 1884, tras más de cuarenta años de vida independiente y debido a problemas económicos. En su origen, ese gabinete lo formó «un grupo de liberales», como recogía Pedro Morales -delegado de EL CORREO en Álava en 1973 y 1974- en el libro 'El Círculo en Vitoria'. «Quisieron sembrar en la Vitoria de mediados del XIX la pasión por la cultura y el progreso», se lee acerca de una pequeña burguesía que se reunía «al margen de las instancias eclesiásticas» en esa ciudad de unos 10.000 habitantes.
Profesiones liberales
Médicos, ingenieros, militares... compartían allí el acceso a obras técnicas imposibles de adquirir individualmente. «No hemos encontrado libros sobre la vida de los santos o los evangelios», apunta Fraile acerca de ese catálogo que fue informatizado hace unos años por Ikertu.
Acceder a esa estancia, cerrada bajo llave, invita a muchos a viajar e imaginar el pasado. Entre esos ejemplares curiosos se encuentran el diccionario 'Basco-Español' (1883), de Francisco de Aizkibel; una enciclopedia de anatomía en francés plagada de dibujos del cuerpo humano (1866-1867); una primera edición de 'Cosmos', de Alexander von Humboldt (1874), considerado el padre de la ecología; o la primera edición de 'África' (1887), de Manuel Iradier, firmada por el propio explorador. «Es una edición de lujo que editó el Ayuntamiento y el Círculo Vitoriano».
Socios ilustres
Iradier sería uno de esos ilustres usuarios de ese Gabinete de Lectura, como recuerda Jiménez Fraile. Cuando le proponemos imaginar una escena de finales del XIX en esta biblioteca, nos traslada a un ambiente ilustrado. «Una tarde podías ver aquí a un médico consultando esta enciclopedia tras ver a un paciente, a un militar preparando una charla y a un burgués leyendo novelas de Galdós», dice.
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Durante años fue costumbre que diferentes socios que eran también autores regalaran un ejemplar a ese archivo. ¿Ejemplos documentados? Ricardo Becerro de Bengoa lo hizo con 'De Palencia a Coruña' (1883) o Félix Eseverri, con 'Cartilla Métrica' (1881). Eso sí, no siempre esta biblioteca se ha encontrado en el actual número 6 de la calle Dato. La primera sede del Gabinete de Lectura estuvo en la Plaza de España y posteriormente en la calle Postas.
Una parte importante de los fondos la compone también prensa de otros países (Alemania, Inglaterra, Francia, Italia...). Algunos de los ejemplares -sobre todo de periódicos locales del siglo XIX y parte del XX- fueron cedidos hace años al archivo de la Diputación de Álava.
Entre las curiosidades de esa larga línea de tiempo se encuentra la supervivencia de la mayoría de ejemplares a dos incendios -en 1921 y 1942-. Otro ejemplo llamativo del valor de los ejemplares es que «sirvieron como garantía de un préstamo bancario en una de las fases más críticas en el plano financiero» del Círculo.
En esa panorámica de bibliotecas singulares de la ciudad comparte espacio con otras como la del Seminario de Vitoria y la de la Escuela de Artes y Oficios, que lleva el nombre de la familia Fournier. Esta última donó parte de sus fondos bibliográficos al centro de enseñanza artística hacia 1920, institución que organiza periódicamente actos y visitas guiadas. Curiosamente, Fournier es uno de esos apellidos ilustres que también conocieron esta joya, tan distinta a las bibliotecas actuales, mucho más abiertas.
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