Fracasa el último intento de acuerdo en Tuvisa y la huelga es ya inminente
Los paros serán indefinidos a partir de este sábado de Carnaval desde las 14.00 horas. El gobierno y el comité eluden dar por cerrada la negociación a menos de 48 horas de la interrupción total del servicio
La huelga indefinida de Tuvisa es ya inminente. El último intento de acuerdo por parte del Ayuntamiento y el comité de empresa ha fracasado este jueves y los paros que comenzarán este sábado de Carnaval desde las 14.00 horas son prácticamente un hecho. Aunque ni el Consistorio ni la plantilla dan por cerrada la negociación, el plazo es de apenas 48 horas y ahora mismo no hay más reuniones programadas entre la empresa municipal y la parte social.
Las posturas siguen distanciadas tras casi tres horas de reunión pese al «avance» que había augurado el presidente de Tuvisa, Iñaki Gurtubai. Desde el comité, que denuncian cierto «inmovilismo» por parte del Ayuntamiento, aseguran que la última propuesta era «prácticamente un calco» de la anterior, rechazado por «cerca del 90% de la plantilla».
A pesar de que el equipo de gobierno y el comité mantienen todavía un pequeño resquicio para una posible desconvocatoria, el tiempo se echa encima a menos de 48 horas del inicio de la huelga. La empresa sopesa realizar unos «últimos ajustes» a su última propuesta, mientras que los trabajadores aseguran que intentarán evitar los paros «con todos los medios» a su alcance. En cualquier caso, se trata de una negociación al límite. tras casi tres meses de desencuentros.
Las reivindicaciones de los trabajadores se concentran sobre todo en el refuerzo de líneas y autobuses para contar con más holgura a la hora de completar los recorridos y reducir así el «estrés», además de «mejorar el servicio de la ciudadanía». En este punto no observan «ningún avance significativo» y critican la postura municipal. «No entendemos cómo a 48 horas de una huelga indefinida, el Ayuntamiento juegue a no mover ficha», señalan, apelando de forma directa a la alcaldesa, Maider Etxebarria.
Esta medida llevaría unido un refuerzo de la flota, que se encuentra muy envejecida. De hecho, el comité asegura que en el último año se han «perdido cinco autobuses», ya sea porque han «gripado» o se han «incendiado». El Consistorio, en este sentido, ha contratado diez autobuses que llegarán a lo largo del año, mientras que se compromete a comprar otros 15 en un futuro próximo, a lo largo de la legislatura.
El presidente de Tuvisa, Iñaki Gurtubai, afirma que la empresa está en disposición de acordar «siete de las diez reivindicaciones» de la parte social, aunque no ha resultado satisfactorio para el comité. En el último planteamiento del equipo de gobierno, además, se abría la posibilidad de entablar posibles negociaciones sobre «cuestiones retributivas» de los trabajadores. Para ello, eso sí, considera necesario «cerrar el conflicto» con la desconvocatoria de la inminente huelga. No obstante, las peticiones salariales han estado hasta ahora al margen de las negociaciones.
Al margen de estas posibles mejoras salariales, el Ayuntamiento se comprometía a «ampliar la plantilla actual en 12 personas», que pasarían a tener contrato indefinido, con el fin de «reordenar los recursos humanos entre todas las líneas acordadas». No obstante, hay algunos puntos en los que el acuerdo para prácticamente imposible. Por ejemplo, en que los trabajadores de Tuvisa vuelvan a operar el servicio de grúas nocturnas y el turno de noche en el parking. Ante las denuncias de «privatizaciones» por parte de la empresa, el Consistorio asegura que esta vía es «económicamente tan gravosa que resulta inexplicable para la ciudadanía».
El enfrentamiento entre Tuvisa y el equipo de gobierno arrancó a finales del pasado noviembre, con las primeras convocatorias de paros parciales y dos huelgas de 24 horas. A pesar de que la huelga indefinida estaba prevista en un principio para marzo, el comité optó por adelantarla a este sábado 10 de febrero como medida de presión ante la «falta de avances» en la negociación.
