Foronda busca conexiones con Madrid y Barcelona para «llegar a todo el mundo»

En el último lustro ha alcanzado su techo de usuarios con 309.344 en 2023, un 60% procedentes de otras comunidades españolas, según una encuesta de Aena. Pero, al mismo tiempo, la infraestructura alavesa ha caído diez puestos en pasaje en el ranking nacional –del 20 del año de su inauguración al 32 actual– y hoy tiene la mitad de rutas que entonces. Tampoco cuenta con los prometidos vuelos de largo alcance. Registros discretos para una de las pistas más largas y fiables de España.

LLas instituciones que lo impulsan ven el vaso medio lleno. La instalación afronta ahora «un momento crucial» para el «despegue» en viajeros, destaca el diputado general, Ramiro González, en declaraciones a ELCORREO. La Diputación, la Cámara de Comercio y el Gobierno vasco han asumido «el objetivo factible» de alcanzar ese medio millón de viajeros, y para ello se trabaja en un nuevo plan estratégico, «la hoja de ruta» para los próximos años que también contempla vuelos de largo alcance. En ese marco, avanza, se está trabajando para «lograr conectividad a través de grandes aeropuertos estatales como Madrid o Barcelona», que permitiría llegar desde Vitoria «a todo el mundo».

Se aborda también «la diversificación en destinos y compañías aéreas que operan en Foronda». Enlazar con las dos grandes capitales españolas ha sido en los últimos cursos uno de los objetivos de la sociedad VIA –formada por las tres instituciones– y una aspiración histórica del empresariado, pero no ha terminado de cuajar.

La directora del aeropuerto, Begoña Llarena, destaca por su parte la «gran versatilidad y flexibilidad» de Foronda en pasaje, y recuerda que «disponemos de importantes incentivos desde 2024 hasta 2027» para las compañías. Todo un guiño a Ryanair en plena guerra tarifaria. La próxima temporada de verano los asientos programados se incrementarán «un 9,5%» respecto al pasado curso.

La pregunta es si los objetivos están claros desde hace tantos años, ¿por qué se sigue proyectando en vez de ejecutando? Entre los problemas de Foronda, coinciden fuentes empresariales, está su «indefinición» y la «pérdida de influencia alavesa» en materia de infraestructuras vascas. La «falta de estrategia conjunta» en la comunidad y un inicio marcado por «presiones» desde Bizkaia se suma al actual contexto de «gran competencia».

De entrada, Ryanair ha sido la única compañía dispuesta a abrir rutas regulares en Vitoria en los últimos concursos lanzados con dinero público, junto a la canaria Binter, que se marchó hace dos años. VIA ha puesto sobre la mesa un contrato de 4,77 millones hasta 2027 para atraer vuelos, con la posibilidad de activar otros 1,5 millones si llegan nuevas rutas. Su adjudicación se ha retrasado, según la versión oficial, por la crisis entre Ryanair y Aena, que ha recortado plazas en aeropuertos españoles, pero de momento no en Vitoria.

El de Foronda es un asunto que despierta una especial sensibilidad en Álava, sobre todo en relación a Loiu (6,7 millones de viajeros anuales). La terminal vitoriana, que perdió sus enlaces a Londres hace 18 años, sigue siendo la 'hermana pequeña' de las pistas vascas, por detrás de San Sebastián (486.494 viajeros), y le superan otras como Santander (1 millón). Es una de las pocas instalaciones de la zona norte sin vuelos a Madrid, que sí tienen Hondarribia, Pamplona y hasta Logroño, como viene señalando la patronal SEA Empresas Alavesas.

Foronda abrió en 1980 con rutas a Madrid, Barcelona, Mallorca, Santiago, Tenerife, Las Palmas, Ibiza, Alicante, Londres, París y Fráncfort. Gran parte, de Iberia, que «trasladó» sus oficinas desde Bilbao tanto a la terminal como a la propia ciudad de Vitoria, recuerdan trabajadores operativos entonces. La infraestructura alavesa amenazaba con ocupar el vacío de Sondika, lo que «originó un conflicto con Bilbao, encabezado por su Cámara de Comercio», recoge el libro 'Historia de los aeropuertos de Vitoria' de Aena.

«El ámbito empresarial y el Ayuntamiento de Bilbao se empezaron a mover», pese a que Vitoria fue escogida como «centro del transporte aéreo del País Vasco», recuerda el ex diputado general Ramón Rabanera, que habla de esa «indefinición». «No terminamos de definir y despegar», señala. «Me da pena que Álava cada vez influye menos en la política vasca». «No es baladí lo que ha pasado en Llodio», reflexiona el expolítico del PP en referencia a Guardian. «Iberia recibió por la Cámara de Comercio muchas presiones para volver», coincide Julio Herrero, al frente del Servicio foral de Arquitectura durante la construcción de Foronda y antiguo diputado foral de Urbanismo socialista. La compañía «estuvo poco tiempo por las presiones de los poderes económicos de Bilbao», rememora Álex Bastida, exempleado de Aena que trabajó en el aeródromo desde su apertura. «En el 81 empezó la batalla entre Vitoria y Bilbao. Y ganaron ellos», resumía Jesús Garay, exdirector del aeropuerto, en una entrevista a este periódico en el 20 aniversario de la instalación.

La enésima decepción para la base de la Llanada llegó a cuenta de los anunciados vuelos intercontinentales, promesa electoral recogida en el acuerdo de Gobierno del Ejecutivo de Pradales. Pero 'La Paloma' se ha adelantado: volará a Nueva York con United Airlines desde mayo. Ello pese a las limitaciones de Loiu, con 2.700 metros de pista frente a los 3.500 de Foronda, y constantes problemas en episodios de viento, como demuestran los casi diez vuelos desviados a Vitoria el último mes por esta causa, y un ruido que afecta a casi 3.000 viviendas. Pero las firmas aéreas tienen como referencias el Guggenheim o San Sebastián y priman las «razones comerciales», suelen repetir responsables institucionales.

«Podemos ser referente en Euskadi y el norte en este segmento de vuelos y para ello debemos colaborar con otros aeropuertos y destinos del entorno», razona Ramiro González. Preguntado a este respecto, el Ejecutivo autonómico, a través del departamento de Movilidad Sostenible que dirige Susana García Chueca (PSE), elude realizar valoraciones y se remite a la labor que se desempeña desde VIA y el citado Plan Estratégico.

«Londres, Milán. Ejemplos de aeropuertos complementarios hay muchos en Europa, así debería ser aquí», incide Herrero. Las instituciones vienen apostando por un «gran aeropuerto vasco» con tres terminales, como ha pedido la Cámara de Comercio. Y en el Ejecutivo vasco existe un comité de rutas con «poder de decisión», inciden desde círculos empresariales alaveses. Pero eso no se refleja en la práctica, a juicio de Bastida, expresidente del comité de empresa y participante en las protestas del personal contra el recorte de plantilla y la retirada del H-24 en la etapa negra de Foronda, durante el Gobierno de Rajoy (PP).

«No hay visión de país. En 2013, alucinaba. Los aeropuertos gallegos hicieron un reparto equitativo de vuelos para tener 500.000 pasajeros cada uno y evitar recortes. Aquí no, tocaron Vitoria y San Sebastián», compara el exrepresentante de CC OO. Sostiene sin ambages que Foronda «desde los 80 no ha conseguido remontar» y «nos mantienen con respiración asistida».

El diputado general no lo ve así. Ramiro González defiende «el éxito» de la estrategia de impulso institucional en los últimos años. «Estamos en cotas históricas, que confirman la potencia del aeropuerto», elogia.