Euskaltzaindia publica la octava entrega sobre la toponimia vitoriana
En esta ocasión se han analizado términos de Abetxuko, Antezana, Arangiz, Foronda, Ihurre, Lopidana y Mendiguren
El octavo tomo de la toponimia que recoge todas las denominaciones históricas y actuales del municipio de Vitoria y las 64 entidades que lo componen ya ha visto la luz y fue ayer presentado en la sede de Euskaltzaindia. La investigadora y filóloga Elena Martínez de Madina ha sido la encargada de bucear en cientos de archivos y de conversar con lugareños para dar esta vez con los topónimos de Abetxuko, Antezana, Arangiz, Foronda, Lopidana, Mendiguren y Ihurre. Ya solo quedan dos tomos para completar un ambicioso proyecto que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Vitoria y que además de en la toponimia de la capital también ha indagado hasta ahora en las merindades de Malizaeza, Ubarrundia, Nanclares y Arratzua.
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«En el presente volumen, y una vez hecha la investigación sobre los 27.000 registros toponímicos, se presentan 1.106 entradas toponímicas clasificadas de cada uno de los pueblos, ordenados alfabéticamente, y con muestras documentales que abarcan más de seis siglos, desde finales del siglo XIV hasta el presente», detalló la autora, que estuvo acompañada en la presentación por el alcalde, Gorka Urtaran, el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia y el delegado de la academia en Álava, Roberto González de Viñaspre. «Este trabajo abre nuevos interrogantes y dará paso a futuras investigaciones. Porque a pesar de los miles de topónimos que vamos presentando a lo largo de la obra, hay ocasiones que un único topónimo puede ser objeto de más investigaciones según desde el prisma que se mire», agregó Martínez de Madina.
En la obra se explican historias curiosas como la procedencia del término Bustaldea. «Estaban los técnicos del Ayuntamiento con los términos de Aretxabaleta y Gardelegi a vueltas. Uno de ellos se apellidaba Bustamante, y con un ego muy grande se le ocurrió nominar a una zona Bustaldea. Una historia increíble», cuenta la filóloga. O Aiasola, que sonaba a euskera, pero resulta que un lugareño reveló que procede de las palabras haya sola, ya que se trataba de un terreno en el que había un único árbol. En 2024 se presentará la novena y penúltima entrega de la 'Toponimia de Vitoria', impulsada por el fallecido Henrike Knörr.
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