Marjorie Choupinaud | Gerente de equipo en la Oficina Europea de Patentes
«En Euskadi falta una cultura de la patente y de la propiedad intelectual»La directiva del organismo europeo ofrece mañana una charla invitada por Ampea
En un momento con los inventos vascos al alza, Marjorie Chopinaud (Saint-Junien, 1978) visita Vitoria de la mano de Ampea. Invitada por las empresarias del territorio, la 'team manager' de la Oficina Europea de Patentes hablará de su importancia en una nueva edición de los Diálogos Talento Femenino. Un encuentro que tendrá lugar este jueves 29 (19.00 horas) en Vital Fundazioa Kulturunea.
– ¿Son las patentes un ámbito con brecha de género?
– Sí, sobre todo, en algunos campos técnicos como la ingeniería mecánica, donde las mujeres somos un 20%. En otros campos como la farmacia o la química estamos casi igualados, pero en ingeniería mecánica, telecomunicaciones… las niñas no las estudian, aún hay diferencias.
– ¿Es un problema del sistema educativo, que no atrae a las chicas hacia oficios más técnicos?
– No, es un problema de que les faltan mujeres referentes. En la Oficina Europea de Patentes invitamos una vez al año a cien chicas de 11 a 14 años para hablarles de patentes y enseñarles modelos: ingenieras, técnicas para inspirar a estas chicas. Este tipo de iniciativas existen en Alemania u Holanda y los números de mujeres en ámbitos técnicos han crecido mucho.
– O sea, que aquí los Gobiernos tienen que tomar la iniciativa.
– Hay que pasar a la acción. Si no hacemos nada, esa igualdad crecería muy poco. Es pronto para dejar que el tiempo arregle las desigualdades.
– Hace poco ha echado a andar el Tribunal Unificado de Patentes sin España. ¿Cree la Oficina Europea de Patentes, como dijo su anterior presidente, que nos equivocamos rechazando la patente unitaria?
– Me es muy difícil hablar por mi institución. Para mí, España no ha cogido un tren diferencial. Es una pena. A la hora de 'vender' la patente unitaria tampoco ayuda que no esté España.
– ¿Cómo nos ve en innovación?
– Sois la sexta comunidad autónoma con más patentes de España. Euskadi tiene industrias y compañías muy fuertes.
– ¿Y qué carencias observa?
– En el conjunto de España, los productos farmacéuticos, pero ahí Euskadi está fuerte. También, quizá, los productos mecánicos: bombas, turbinas, motores… Falta algo de cultura de la patente y de la propiedad intelectual. Y del emprendimiento.
– No parece fácil cuando los jóvenes quieren ser funcionarios.
– Hay que ver a los emprendedores como referentes; ayudarles en vez de complicarles la vida. Pero, claro, también está el problema de que los jóvenes quieren una vida fácil, sin riesgos…
– ¿Correlaciona eso con el deterioro de sus condiciones de vida?
– Creo que sí. Habéis pasado por dos o tres crisis muy fuertes. Cuando hay problemas económicos, la gente intenta correr menos riesgos.
«Un conflicto sólo por la patente de una botella de vino se puede alargar dos años»
– No puedo terminar sin preguntarle por el conflicto abierto por la marca 'Rioja Alavesa'.
– Ahí la verdad es que no puedo decir nada; no trabajo con marcas. Tendrías que preguntar en Alicante, en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión.
– Pero usted conoce el sector. ¿Cuánto podría extenderse un conflicto así de plantearse?
– Ponemos mucho esfuerzo en hacer lo más corto posible estos procesos. Aun así necesitan mucho tiempo. No quiero dar fechas, pero un par de años. Tenemos un proceso llamado 'oposición' y que, solo por la patente de una botella de vino, se puede alargar dos años. Antes era más largo.
– ¿Cuánto más?
– Cinco o seis años.
