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La escuela de Ribabellosa inaugura un patio de juegos conectados a la tierra
Es la alternativa al balón y se ha proyectado sobre un montículo en el que los niños pueden disfrutar con la arena, trepar o saltar troncos
Cada vez más son los colegios alaveses que quieren que sus alumnos tengan más alternativas de juego que el omnipresente fútbol. En Añana, se han implicado en esta misión profesores, padres y escolares y el resultado ha sido el diseño de un patio inédito que se ha inaugurado este viernes en la escuela pública Unamunzaga de Ribabellosa, a la que acuden 280 chavales de cinco ayuntamientos de la zona. Según explicó la directora, Espino Pinedo, la comunidad ha puesto «mucha ilusión y ganas» en el diseño de un espacio que conecta con la naturaleza y el entorno rural sobre el que se alza la escuela. «No hay brea, es todo muy sostenible», explica.
Se ha aprovechado un pequeño montículo que había dentro del propio recinto escolar para diseñar el particular patio. Tiene arena para jugar, unos tocones de madera para saltar, un red para trepar y un tobogán gigante de materiales respetuosos con el medio ambiente. El rincón se ha bautizado como Mendizka y su filosofía es «la de proyectar en el futuro esos juegos del pasado que fueron buenos». Es también una vuelta a la conexión con la tierra.
Pero esto es solo el principio. Aunque ese segundo patio –el centro mantiene las canchas– se inauguró ayer durante la fiesta anual del colegio público, aún crecerá más. Espino explica que van poco a poco. Para poder pagar las construcciones «homologadas y seguras» que dan vida a este original espacio, necesitan recaudar dinero.
Disco fiesta
Han aprovechado las grandes citas festivas como la de Santo Tomás o la Korrika para concienciar a los habitantes de la zona y volverán a la carga en breve. La misión «en la que se ha involucrado toda la comunidad» se les va a juntar con un gran evento: el año que viene este colegio cumplirá 50 años.
Unamunzaga echó a andar con apenas 80 alumnos y ha llegado a superar los 300. El crecimiento de algunos de estos pueblos a partir de los años 90 ha hecho posible su pervivencia. Aunque se nota la caída de generalizada de la natalidad que afecta a todo el territorio, aún acuden cada día 280 chavales de Ribera Baja, Armiñón, Zambrana, Berantevilla y Lantarón. Asisten a clases de Infantil y Primaria.
La escuela celebró ayer su fiesta de fin de curso con una actuación de los alumnos, talleres, tómbola, disco fiesta, pintxo pote y cena final. Además han creado una comisión para organizar las actividades del medio centenario.