Un hombre de 33 años confiesa a la Ertzaintza ser el autor material del homicidio de Pilar Arbulo
Su presunto cómplice, de 25 años, lleva desde el martes en prisión por otra causa. Son «delincuentes habituales»
La Ertzaintza puso este viernes rostro a los dos hombres que supuestamente asaltaron hace quince días en el portal de su vivienda de Aranbizkarra a ... Pilar Arbulo, de 75 años, la vitoriana que murió dos días más tarde en la UCI de Santiago a causa de los golpes recibidos durante el atraco, según constató la autopsia. A media mañana de ayer se produjo la detención de uno de ellos en las inmediaciones de la plaza de la Constitución. Se trata de un varón de 33 años. Fuentes de la Policía autonómica señalan que confesó ser el autor material del puñetazo que acabó con la vida de la vecina de Aranbizkarra. Su presunto cómplice, de 25 años, permanece en la prisión de Álava desde el martes, cuando entró por una causa de violencia de género. Por la tarde recibió la visita de agentes y de un abogado de oficio donde le informaron de su imputación en el homicidio que ha conmocionado estos días a la ciudad.
El 12 de mayo, Pilar fue seguida por dos varones desde la lavandería donde hizo la colada hasta su portal, en el número 3 de la calle Hortaleza. En el ascensor, le abordaron y, al resistirse, supuestamente le pegaron en el rostro. Antes de quedar inconsciente, la víctima aportó una superficial descripción sobre sus atacantes a los vecinos y patrulleros que la asistieron. Pudo detallar que uno vestía una camiseta deportiva del PSG, el equipo de fútbol de París, la ciudad donde Pilar residió durante 38 años. A partir de entonces, la Ertzaintza revisó cámaras de videovigilancia, preguntó en el barrio y peinó el bloque en busca de evidencias. Pero la clave para encaminar un caso que parecía de difícil resolución ha estado, según ha sabido este periódico, en la comisaría de Aguirrelanda, sede de la Policía Local.
Dos casos similares
El atraco a Pilar tuvo lugar poco antes de las 16.30 horas del fatal domingo. Esa mañana, la Guardia urbana tuvo constancia de dos asaltos de similar factura en Zaramaga y en Reyes Católicos. El mismo modus operandi. Idéntico número de asaltantes. Mismo tipo de víctima. El análisis de las cámaras de videovigilancia sí les permitió señalar un par de sospechosos. Las investigaciones se precipitaron días más tarde, cuando uno de ellos fue denunciado en Aguirrelanda por quebrantar una orden de alejamiento por violencia de género. En las posteriores investigaciones, la Policía Local obtuvo una información vital «que apuntaba su posible implicación en el asalto a Pilar», explican medios policiales. Comenzaba a cerrarse el círculo.
La Policía Local recibió una información clave que apuntaba directamente a uno de los asaltantes
En Aguirrelanda se dieron cuenta de que una de las siluetas de las secuencias obtenidas en Zaramaga y en Reyes Católicos coincidía con este varón. Al poner esta información en conocimiento de la Ertzaintza, se cotejaron con otras en su poder en las que se ve a dos desconocidos cerca de la víctima, cuando ésta regresaba a su hogar. Aunque no se apreciaban sus rostros, la ropa sí encajaba con las capturas enviadas por la Guardia urbana.
Cuando los ertzainas fueron a buscarle, descubrieron que el martes 21 había ingresado en Zaballa por otro quebrantamiento de una orden de alejamiento por violencia de género. Este joven tiene 25 años y un «prominente» historial delictivo con varios robos con violencia.
En la mañana de este viernes, efectivos de la Sicta, una unidad especial de la Ertzaintza, localizaron a su supuesto cómplice en la plaza de la Constitución. Poco después de su detención, confesó haber golpeado a Pilar. Por la tarde hubo un par de registros en pisos que pudo usar para esconderse. También tiene antecedentes.
Los dos investigados son «de origen extranjero» aunque ninguno magrebí, como declaró Pilar a las personas que le asistieron en un primer momento y consta en el atestado. Su origen está en Europa del Este. No será hasta el lunes, probablemente, cuando pasen a disposición judicial.
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