El HUA saca a concurso la gestión de las cafeterías de Txagorritxu y Santiago para evitar el cierre

El conflicto estalló en julio, después de unos meses «dramáticos», según definen desde Arcasa, que asumió en 2021 el control de ambos locales. «Cuando firmamos el contrato el beneficio era de un 3% y en este 2023 las pérdidas son del 5% y 6%. La actividad es deficitaria, cada vez que abrimos perdemos dinero. Esto es inviable», insisten. Un adverso escenario que lo achacan directamente al repunte de la inflación. «Hemos padecido la crisis de la materia prima con un encarecimiento de los productos alimentarios de un 20%, sin que las condiciones se hayan adecuado a estos costes».

Ese escenario llevó a la empresa a comunicar que cesaría la actividad. «El 8 de agosto enviamos un correo a la OSI Araba solicitando rescindir el contrato, teniendo la negativa por respuesta». Este argumento llevó a la firma a pedir el concurso de acreedores. «Activamos la fórmula que nos permita rescindir unilateralmente el contrato». Y en última instancia, «solicitar un auto judicial» para agilizar los trámites.

Para entonces, la gerencia del HUA estaba trabajando ya en unos nuevos pliegos para ceder la gestión de ambos establecimientos a otra empresa y así «asegurar la continuidad de los servicios». No hay que olvidar que dan trabajo a 20 personas (15 en Txagorritxu y 5 en Santiago) y son fundamentales para profesionales sanitarios y familiares de pacientes ingresados. Un dato: a diario se despachan unos 200 menús, a los que hay que sumar cientos de pintxos o cafés. Hasta que se haga efectivo ese relevo, la firma de catering que tiene su sede social en Barcelona «deberá seguir con la actividad».

Esta situación «deficitaria» según Arcasa Grup no solo afecta a las cafeterías de los hospitales de Vitoria. «Es generalizada. Hemos tenido que entrar en concurso de acreedores en otros doce establecimientos. Las pérdidas totales ascienden a los dos millones de euros», aseguran desde la empresa. Han buscado distintas opciones para garantizar la viabilidad. Y «en cuatro casos» lo han conseguido. «Han accedido a modificar y actualizar los contratos». En otros tantos, «nos hemos tenido que salir; en dos estamos en proceso de negociación y en los tres últimos -entre ellos los de Txagorritxu y Santiago- nos encontramos a expensas de lo que se decida», relatan desde la firma de catering antes de saber que hoy se iba a publicar el pliego.