Emilio Titos: «Si no disipamos el miedo al diésel, la producción de vehículos caerá aún más»
El jefe de la principal industria vasca asume la dificultad de prever qué pasará en 2019 y pide mesura a la clase política en la transición al coche eléctrico
No quiere ser agorero. De hecho, si una característica define a Emilio Titos es el optimismo. Pero el director de la planta de Mercedes Benz ... en Vitoria, la principal industria vasca que va a concluir el año con alrededor de 5.000 trabajadores, asume que 2018 «ha sido complicado» a partir del verano, cuando la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo que «el diésel tiene los días contados». Desde entonces las ventas y los pedidos han descendido, lo que ha obligado a la fábrica a suspender jornadas de trabajo, eliminar el turno de noche y «no hemos podido mantener a 650 trabajadores eventuales», lamenta.
- ¿Para 2019 qué prevé? Hace una década la factoría pasó de fabricar 102.400 vehículos en 2008 a caer a casi la mitad, 54.600, al año siguiente. Entonces la crisis económica ya golpeaba con fuerza. Ahora es la 'crisis del diésel'.
- Es difícil hacer una previsión, no tenemos visibilidad clara de qué puede pasar. La cifra de 154.000 vehículos para 2019 -este año se cerrará con 146.012, aunque la planificación inicial era llegar a 160.000- está ahí, pero puede cambiar.
- Esta incertidumbre no es el mejor escenario para el sector del automóvil, que siempre trabaja con plazos largos. ¿Puede haber más caídas en la producción?
- Si no conseguimos que el miedo sobre el diésel se disipe, claro que se puede entrar en un valle más profundo, en caídas aún más importantes en la producción de vehículos.
- ¿Y cómo se puede quitar ese miedo, esa incertidumbre? ¿Qué debe hacer la clase política y los gobernantes?
- No sólo políticos o instituciones, sino toda la sociedad en su conjunto debemos tener claro qué queremos y qué estamos dispuestos a pagar por ello. Se hacen discursos a la ligera sobre la necesidad de hacer una transición hacia el vehículo eléctrico pero sin tener en cuenta los riesgos que existen. Hay que ser cuidadosos con el impacto en nuestra actividad industrial.
- El Gobierno de Pedro Sánchez se plantea prohibir la matriculación de vehículos de combustión a partir de 2040. ¿Es posible?
- Yo le digo, ¿por qué no? Si técnica y económicamente se puede hacer, adelante. Hay voluntad, pero no un acuerdo tácito. La visión de futuro compartida por todos es clara, queremos tener ciudades más limpias, sostenibles y mejores medioambientalmente hablando.
- ¿La solución pasa por el vehículo eléctrico?
- España es el segundo país de Europa que produce más coches. Que todas las plantas hagan esa transición hacia el eléctrico requiere un esfuerzo enorme en las plantas, pero también a nivel de marca en desarrollo e infraestructuras y sin olvidar la formación a los trabajadores. Hablamos de inversiones millonarias. Eso requiere de una planificación a largo plazo. ¿Y estamos preparados para ello? No lo veo.
- Mercedes Benz en Vitoria producirá finalmente este año alrededor de 400 vehículos eléctricos cuando la previsión era de un millar. ¿Por qué no llegan al objetivo?
- Necesitamos clientes y también la infraestructura desde el punto de vista industrial. Todos decimos que hay que hacer esa transición hacia el vehículo eléctrico pero no tenemos baterías, por ejemplo.
- En su reunión de fin de año con la plantilla esta semana, le ha trasladado unos datos sobre las emisiones de vehículos diésel y gasolina. ¿Qué dicen las estadísticas?
- Una furgoneta que nosotros fabricamos con la tecnología actual emite el 90% menos de gases que hace diez años. Además, el diésel en comparación con la gasolina es más limpio. Con lo que se está magnificando ese ataque al gasóleo. Sustituir 400.000 vehículos diésel antiguos, que son los que más contaminan, equivaldría a retirar 2,6 millones de coches en cuanto a emisiones. Podría ser una forma de hacer esa transición ordenada y sustituir los vehículos más nocivos con el medio ambiente. Pero a esa medida le podría acompañar otra de ayudar al cliente que vaya a cambiar de coche. Todos tenemos que hacer un esfuerzo, fabricantes, usuarios y también instituciones públicas.
«Nos jugamos el futuro»
- Éstas últimas, ¿están fallando con los mensajes que lanzan?
- Todos debemos ser más responsables a la hora de comunicar para no contribuir a incrementar la inestabilidad. La movilidad no se va a acabar, cambiará en cuanto a usos, tecnologías, vehículo eléctrico, híbrido... Pero mensajes de que el diésel no tiene futuro no ayudan. El futuro lo creamos entre todos.
- El impacto de la 'crisis del diésel' ha golpeado de lleno a Mercedes en Vitoria. Hasta el punto de que la aplicación de un expediente de regulación de empleo ha estado muy cerca.
- Y tanto, hemos estado al borde. Gracias al convenio que firmamos en su día y que ha sido muy criticado y denunciado por parte de nuestro comité, hemos tenido la flexibilidad necesaria para adaptarnos a las caídas de pedidos y producción.
- Quienes se opusieron al convenio, los sindicatos ELA, LAB y ESK, están al frente del comité. ¿Qué espera a partir de ahora?
- Les he dado la enhorabuena a todos los representantes elegidos en las urnas y les he dicho que aquí nos jugamos el futuro de la plantilla y también el bienestar de Álava y Euskadi ya que contribuimos de manera importante al PIB -5% en el País Vasco y 28% en el territorio alavés-. Les pido compromiso, trabajo y respeto para construir no para destruir.
La eclosión de Vox, elecciones anticipadas y la reforma laboral
Emilio Titos sigue de cerca la actualidad política y económica y no rehúye ninguna cuestión que se le pregunta. Eso sí, dada la relevancia de su cargo en algunas ocasiones matiza que responde «como ciudadano Emilio Titos». Es el caso cuando da su opinión sobre si Pedro Sánchez debe adelantar las elecciones. «Conviene tener un gobierno con una mayoría estable donde su acción no esté condicionada por todas las partes que interactúan en política. Ha de tener un grado de libertad mayor para definir una estrategia a corto y medio plazo, no de hoy para mañana. Es mi deseo como ciudadano y si unas elecciones contribuyen a la estabilidad, adelante», asegura.
En el plano político, la eclosión de Vox -precisamente tras las elecciones en Andalucía, donde nació Titos que es granadino- la interpreta como una respuesta a «la falta de cultura de acuerdos entre los principales partidos. Echo de menos esa gobernanza y visión de país que sí hay en Alemania», dice. Y tras haber sufrido «una crisis durísima, las partes radicales, de izquierdas o de derechas, quieren imponer sus criterios. Así lo veo yo».
Y las imposiciones las rechaza, sea cual sea. También la de hacer un cambio a la reforma laboral. «Es un asunto que se debe abordar con transparencia y acuerdo. Se necesita el consenso de Gobierno, patronal y sindicatos».
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