Cae en Vitoria un narco que repartía droga a sus clientes en coche

Hace ya varias semanas que la Unidad de Investigación de la Policía Local detectó un turismo que se salía de la norma. Su único ocupante, un vecino de Vitoria de 37 años, completaba viajes que le llevaban a varios establecimientos hosteleros de la ciudad. El hombre bajo la lupa policial paraba su vehículo, mantenía una breve conversación con personal de esos locales, parecía entregarles algo y, tras recibir lo que parecían billetes, seguía su ruta 'comercial'.

Durante casi dos meses, agentes camuflados siguieron sus pasos discretamente. Pronto comprobaron que, aparte de a bares sospechosos de vender droga, también acudía a portales donde le aguardaban ciudadanos anónimos. Era una especie de teledroga. Un suministrador a la carta.

Según ha podido saber en exclusiva este periódico, sus clientes presuntamente le telefoneaban para concertar cita, la droga a consumir y su cantidad. Cada día podía hacer varios repartos. Los horarios variaban en función de la demanda de la clientela. Subía según se acercaba el fin de semana, bajaba los lunes y martes.

Ayer, jueves, fue detenido en pleno viaje. En el interior del coche hallaron, escondidas, pequeñas cantidades de cocaína y hachís. Quedaba el registro de su vivienda, localizada en el barrio de Adurza.

Allí, este presunto suministrador escondía en diversas estancias más de 600 gramos de cocaína y casi tres kilogramos de hachís. A su vez, los agentes locales localizaron 46.620 euros en billetes, se supone que el fruto de sus transacciones ilegales. Había además una báscula de precisión. «Se utiliza para 'cortar' la droga y preparar las dosis de uno o varios gramos que se venden a los clientes», explican fuentes policiales.

Hoy, el arrestado pasará a disposición del juzgado de guardia, Instrucción número 4, cuya titular deberá decidir si le deja en libertad con cargos o decreta su ingreso preventivo en la prisión alavesa de Zaballa.