Una despensa con sello 'eco'
La feria Bioaraba regresa al Iradier Arena con 70 expositores y una amplia variedad de productos gastronómicos, artesanales y tecnológicos
Después de dos años en seco por la pandemia, la feria de Bioaraba se inauguró ayer para darse un baño de masas. Desde primera hora ... quedó claro que había hambre por cargar la cesta de la compra de productos ecológicos. El goteo de clientes recorriendo los 70 expositores instalados en el Iradier Arena fue constante. Y se espera que la plaza, ya sin restricciones de aforo (entrada gratuita) aumente el ritmo hoy y mañana (de 11.00 a 21.00 horas), antes de cerrar esta séptima edición. «Una de las mejores», confesó Iker Knörr, director del evento, tras el primer día. «Estamos muy satisfechos por el regreso», resumía.
La cita dejó un dulce regustillo entre los que se acercaron. Y no solo en el aspecto gastronómico, que también. «Venimos de Alicante, hemos visto la feria y nos hemos animado. Si podemos, volveremos», prometían Josefa González y María Elena Vidal, con una cesta cargada hasta los topes. «Llevamos aceite, quesos, pasta, plantillas de lana, recipientes... Porque lo ecológico no es solo comida», apuntaron, en mitad de este huerto en el que la tecnología también se abre paso.
«Mire, este es un altavoz para el móvil o la tablet que no necesita cables. Dejas el dispositivo y ya. Sin electricidad», aconsejaban en el puesto de Ecophonic a un consumidor, que viendo el precio de la electricidad se lo pensó dos veces. Aunque lo tradicional es siempre un seguro, como el menaje de madera de los Hermanos Orta. «Que podamos volver es siempre bueno», se alegró Enrique, tras el parón por la pandemia. «Las ventas online aumentaron. La gente al estar en casa también se dedicó a cocinar más».
«Lo eco me da más confianza»
Y en todo plato, el primer paso siempre suele ser el aceite. Aquí no hay escasez, el oro líquido baña varios puestos. «Pruebe un poco de pan con aceite», le ofreció Jesús Aranda a Conchi Vélez. «Pues no te voy a decir que no, me encanta», respondió, antes de dar su veredicto. «Está buenísimo. Lo ecológico siempre me da más confianza».
Una opinión compartida entre los que recorrieron los pasillos de la feria. Imposible no asombrarse ante ese magestuoso queso de 40 kilos de Más queseros. «Te da la sensanción de que al estar hecho a mano o que ha tenido un cuidado especial va a dar mejor resultado», argumentó Juan Ruiz, frente al puesto de unos hornos. «Sabes que lo ha hecho él y encima no contamina tanto en viajes, cuando compras por internet...».
El primer vistazo a los setenta puestos dio paso a las primeras compras. «Había ganas de volver. Cuando vimos que volvían, no lo dudamos, y nos animamos. Es un gran mercado con una amplia variedad que no deja de sorprenderte», compartió Víctor García, que compró unas semillas para cocinar y degustar lo 'eco'.
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