La cúpula nacional de los Bloods será juzgada en Vitoria

Con su detección prendió la mecha de la investigación emprendida por la Guardia Civil hace ahora diez meses. Agentes de la Comandancia de Sansomendi constataron que tras las bravuconadas de este par de chicos en las redes sociales –posaban con armas simuladas, droga y dinero en efectivo– se escondía una presunta sucursal vasca de este grupo. Arrancaba la operación Laya, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria. Es la misma sala que investigó el caso Iruña Veleia, el mayor fraude arqueológico de los últimos cincuenta años.

Su titular ordenó escuchas, seguimientos y dejó hacer a los guardias civiles. Pronto descubrieron que el ovillo sería más importante de lo que aparentaba. Los supuestos cabecillas alaveses pendían de un escalón superior, liderado por dos hermanos de Irún. Desde allí dirigirían el 'bloque del norte' de los Bloods (sangre en inglés). Bajo su jerarquía se subordinarían un número indeterminado de jóvenes asentados en Álava, Gipuzkoa, Navarra y La Rioja. No hay prueba alguna de que este grupo hubiera brotado en Bizkaia.

«Aún se encontraban en fase embrionaria y no sabemos cuánto habrían podido desarrollarse», revelan investigadores del instituto armado sobre la sucursal vasca.Asimismo, sitúan la cúpula nacional de los Bloods en Madrid y, sobre todo, Barcelona, donde atraparon al señalado como jefe principal. La orden de acometer un asesinato –al parecer como paso previo a un ascenso en el organigrama interno– precipitó el operativo policial, desarrollado hace casi un mes. «La idea original consistía en continuar un poco más con las pesquisas», admiten fuentes de la investigación.

Instrucción 1 mandó a prisión a once de los trece detenidos. Con el transcurso de las semanas y el avance de la investigación –aún queda por analizar diverso material incautado– se determinará qué sospechosos recuperarán la libertad con cargos y cuáles continuarán internos en una celda. Los dos alaveses apuntan a una salida rápida al figurar en los cuadros bajos de la organización.

El caso entraña complejidad ya que a estos once sospechosos se les investiga por los delitos de «pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, diversos delitos contra las personas, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas prohibidas, entre otros». Debido a la gravedad de los cargos y a las evidencias ya halladas y por estudiar «serán juzgados en la Audiencia Provincial de Álava», informan medios judiciales. Evidentemente no hay fechas, pero los plazos para celebrar en este órgano no suelen bajar de los dos años de espera.

Con cuatro detenidos entre Vitoria, Laguardia e Irún, la Guardia Civil considera desarticulados a los Bloods en el País Vasco. «Es complicado que se puedan reorganizar aquí», vaticinan, al tiempo que se muestran más pesimistas sobre un posible relanzamiento en Madrid y Barcelona, sus sedes centrales.