Imagen general del polígono de Júndiz, el más extenso de Euskadi. E. C.

La confianza de las empresas alavesas cae a niveles de 2013

El último informe de la Cámara prevé que el PIB solo crecerá un 1%. Las pymes esperan la caída en ventas y empleo por la incertidumbre económica

Viernes, 23 de diciembre 2022, 00:25

El conflicto de Ucrania, la escalada de los precios de la energía, los problemas de suministros, la inflación. Todas estas variables entrelazadas apuntalan esa sensación ... de incertidumbre que obliga a atar en corto las expectativas de la economía alavesa para 2023. Es el diagnóstico que arroja el último informe de Perspectivas Empresariales elaborado por la Cámara de Comercio de Álava. Augura para el territorio un tímido repunte del PIB, del 1%. Y desvela un índice de confianza empresarial que se desploma a niveles de hace una década.

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«Caída dramática», se subraya. Porque la evolución de la actividad durante este año que llega a su fin «ha sido peor de lo que inicialmente estaba previsto». Tanto, que todos los indicadores (inversión, ventas interiores, exportación y empleo), han arrojado resultados tan discretos que las empresas participantes en este informe (un total de 200 en el territorio) hacen hincapié en que los problemas conocidos persistirán. Y se acusarán más si cabe.

El informe, que tiene carácter anual y se enmarca en el realizado por la organización de Cámaras de Comercio europeas vuelve a señalar como «principales condicionantes de la actividad empresarial» para 2023 los costes laborales y el acceso asequible a la energía y materias primas. Y refuerza la inquietud sobre un empeoramiento de las condiciones de financiación.

A partir de ahí, lo que se espera en cada una de las categorías consultadas. ¿Confianza? Poca o la justa. En cuanto a las ventas, las del mercado nacional «disminuirán ligeramente» y las exportaciones «se mantendrán en positivo de manera reducida». Blanco y en botella, ralentización. En el mejor de los escenarios, las empresas aspiran a mantener el nivel de 2022 (se insiste, muy inferior al que se preveía). Y a las incertidumbres citadas (precios de energía, materias primas, inflación...) se añade la depreciación del euro -se es más competitivo en la exportación, pero importar resulta mucho más caro-.

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Ayudas insuficientes

En el detalle, cae también la confianza en expectativas de creación de empleo. Incluso las empresas alavesas hablan de «reducción» porque las ayudas que mantuvieron la fuerza laboral durante la pandemia «no parecen suficientes para 2023». Y a ello se añade otra derivada conocida: cuesta encontrar personal con el nivel de especialización que se requiere.

Y la misma pendiente de bajada seguirán también las inversiones. Aquí los empresarios se refieren a un «triple golpe severo» (pandemia, crisis energética y guerra). Menor poder adquisitivo, menos inversiones y «un panorama sombrío general» que llevará a una parte del tejido empresarial a suspender las inversiones programadas y a priorizar el ahorro.

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